No sólo arde París… Anotaciones sobre los chalecos amarillos

Por Proletarios Internacionalistas

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Presentación

Si una imagen se repite habitualmente en el movimiento de los chalecos amarillos es la de manifestantes que rompen un cordón policial, o expulsan a los antidisturbios a pedradas, o simplemente organizan una barricada para cortar la calle y saquear las tiendas de lujo, mientras a pulmón abierto, llenos de adrenalina, cantan con orgullo el himno de la Marsellesa. Es una buena imagen para expresar la naturaleza confusa y contradictoria del movimiento. En cualquier manifestación se podrán encontrar reivindicaciones del Referéndum de Iniciativa Ciudadana (RIC) y de la salida de la Unión Europea para la defensa de la economía nacional, al mismo tiempo que algunas banderas francesas y regionales ondean por aquí y por allá con cierta parsimonia. Todo esto convive en el movimiento con agresiones constantes a la propiedad privada a través de saqueos y piquetes, la creación de lazos de solidaridad, la apropiación de espacios de encuentro y asociación proletaria: en definitiva, el cuestionamiento práctico de la democracia. Entre tanto, se ve por todas partes una fuerte reivindicación de la nación y sus símbolos, entre los que la Revolución Francesa hace al mismo tiempo las veces de símbolo del orgullo patrio y de la sublevación contra la tiranía y la miseria.

Los chalecos amarillos son ―por si alguien lo dudaba todavía― un movimiento proletario. Como en todo movimiento proletario, en él se expresa a la vez el proletariado realmente existente y el mundo que éste anticipa. El primero parte de la confusión actual, de nuestra debilidad como clase, de la falta de memoria que los vencedores nos expropiaron a los vencidos. Pero parte también de la defensa instintiva, inevitable, de unas necesidades que el capital debe negar para poder reproducirse. Esta defensa de sus necesidades empuja al proletariado a negar a su vez al capital y su dominio sobre nuestras vidas, y no sólo, porque en ese proceso el proletariado también se niega, se reafirma como comunidad de lucha en contra de su propia existencia aislada, ciudadana, democrática. Esta contradicción esencial al capitalismo, inherente a su propia reproducción, es lo que determina la posibilidad de la revolución. Hace de ella algo material, físico, ajeno a nuestras voluntades y conciencias individuales. Es así como el proletariado anticipa en su combate otro mundo distinto, al mismo tiempo que sigue arrastrando una parte de la mierda de éste, que se constituirá en la base de su propia derrota si no consigue superarla en el proceso.

Sea como fuere, esta contradicción no puede ser obviada por ningún análisis militante que se plantee en serio las características del movimiento, sus avances, limitaciones y el rol que adquieren en él las minorías revolucionarias. Hay dos enfoques, dos caras de la misma moneda, que resurgen a menudo en los análisis que se realizan en torno a nuestra clase y que nos incapacitan para comprender esta contradicción. El primero es idealista y reduce el movimiento a lo que dice y piensa de sí mismo, omite lo que hace para quedarse con la bandera que agita y lo desecha a la menor demanda socialdemócrata que aparezca entre sus pancartas. El segundo es objetivista y pretende comprender la naturaleza del movimiento a partir de su composición sociológica. Bisturí en mano, toma individuo por individuo y lo coloca en una u otra columna en función de su renta, su posición en el sistema productivo, el barrio en que vive o los estudios que ha hecho. Una vez desmembrado, lo cose todo muy estadísticamente y pretende ver en ello la totalidad: tenemos aquí, bajo este prisma ideológico, un movimiento pequeñoburgués que ha conseguido meterse en el bolsillo a un proletariado embrutecido para defender la economía nacional. Voilà el movimiento de los chalecos amarillos. Para qué más. Sigue leyendo

Chalecos amarillos/Gilets jaunes

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“¿Es una revuelta?”

“¡No, Sire, es una revolución!”

(duque de La Rochefoucauld-Liancourt a Luis XVI, rey de Francia, 15 de julio de 1789, después de la toma de la Bastilla)

Recientemente publicamos en nuestro blog, ya que tuvimos acceso a ellos y otros nos llegaron, algunos documentos producidos por y alrededor del movimiento “chalecos amarillos” que sacude a Francia desde hace varias semanas. Lo que sigue es una especie de introducción a todos ellos (una introducción que normalmente publicamos antes, ciertamente).

No volveremos a la historia del movimiento, a acontecimientos o expresiones particulares, ya que podemos referir a los lectores interesados en esto a diferentes sitios web y blogs que asumen muy bien esta tarea.

Lo que nos gustaría tratar aquí es la forma en que nos aproximamos a este movimiento, cómo lo analizamos, cómo evaluamos su importancia en el marco de la lucha de clases. Y no queremos ocultar que varios artículos que escupen sobre este movimiento, producidos y reproducidos por demasiados grupos de ultra-izquierda, fueron una inspiración (negativa) para esta contribución, lo que podemos llamar: “Qué NO hacer”.

Aunque somos conscientes de muchas debilidades expresadas por el movimiento y somos los primeros en criticarlas, difícilmente podemos estar de acuerdo con la metodología utilizada por esos grupos, metodología que limita el movimiento sólo a esas debilidades, que generaliza esos puntos débiles e ilusiones expresadas sólo por una parte de los “chalecos amarillos” como si fuera la naturaleza del movimiento, un análisis que capta a la clase como algo estático, sociológico, mecánico…

No vamos a repasar todos los argumentos de la ultra-izquierda contra los “chalecos amarillos”, pero al menos tenemos que mencionar los más absurdos para responder a ellos, para situar este movimiento en el lugar correcto en la lucha de clases, para ponerlo de nuevo a caminar de pies y que no ande de cabeza… Sigue leyendo

Las sangrientas jornadas del 3 al 7 de mayo de 1937 – Agustín Guillamón

Los decretos de la Generalidad del 4 de marzo de 1937 creaban un Cuerpo Único de Seguridad (formado por la Guardia de asalto y la Guardia civil) y disolvían (en un futuro inmediato) las Patrullas de Control. Tales decretos provocaron la dimisión de los consejeros cenetistas y una grave crisis de gobierno.

En la asamblea de la Federación Local de Grupos anarquistas del 12 de abril de 1937, radicalizada por la invitación realizada a las Juventudes Libertarias y a los delegados de los comités de defensa, se exigió la retirada de todos los cenetistas de cualquier cargo municipal o gubernamental y se creó un comité insurreccional. En esa radicalización habían tenido un papel destacado Julián Merino, Pablo Ruiz y Juan Santana Calero.

El 15 de abril, tras una larga y difícil negociación, Companys y Escorza pactaron personalmente una salida a la crisis y la formación de un nuevo gobierno (con la entrada como conseller del cenetista Aurelio Fernández).

El asesinato de Antonio Martín en Bellver de Cerdaña, el 27 de abril de 1937, supuso la ruptura del pacto tan laboriosamente alcanzado. Escorza puso en alarma a los comités de defensa al desvelar la información sobre un próximo golpe de fuerza del bloque contrarrevolucionario. Escorza hizo saltar la chispa, pero se mostró contrario a una insurrección que consideraba prematura y mal preparada, sin objetivos ni coordinación.

La provocación del 3 de mayo, cuando Eusebio Rodríguez Salas asaltó la Telefónica, movilizó a los comités de defensa, que en dos horas declararon la huelga revolucionaria, se apoderaron de todos los barrios obreros y levantaron barricadas en el centro de la ciudad y en lugares estratégicos. Los comités superiores cenetistas (especialmente Eroles y Asens) intentaron controlar a los comités de defensa, pero fueron desbordados y no consiguieron controlarlos.

La mañana del 4 de mayo Julián Merino convocó una reunión del Comité Regional, consiguiendo que se formase un Comité Revolucionario de la CNT (formado por Merino, Ruano y Manzana) y dos comisiones para coordinar y extender la insurrección. En esa misma reunión se nombró una delegación cenetista, encabezada por Santillán, para negociar en el Palacio de la Generalidad una salida pactada. La CNT jugaba con dos barajas: la insurreccional y la negociadora; Companys (presidente de la Generalidad) y Comorera (secretario del PSUC) sólo jugaban con la baraja de la provocación, con el certero objetivo de conseguir la aniquilación de los insurgentes, la debilitación de la CNT y un gobierno fuerte.

En la tarde del 4 de mayo, los trabajadores revolucionarios barceloneses, armados en las barricadas y dispuestos a todo, no fueron derrotados por el PSUC, ni por ERC, ni por las fuerzas de orden público del gobierno de la Generalidad. Fueron sometidos por los mensajes apaciguadores de la radio. El intento revolucionario de encontrar una coordinación y un objetivo preciso a la insurrección en curso, fracasó. Cuando toda Barcelona era ya una barricada, los obreros en armas fueron vencidos y humillados por las peroratas radiofónicas de los comités superiores cenetistas, y muy especialmente por el discurso del beso de Joan García Oliver.

El 5 de mayo, al mediodía, Sesé, cuando iba a tomar posesión de su cargo de consejero, fue tiroteado desde el Sindicato de Espectáculos de la CNT, al no atender el auto en que viajaba el alto del control de una barricada. Companys, en represalia, ordenó repetidamente a la aviación que bombardease los cuarteles y edificios en poder de la CNT. Los Amigos de Durruti lanzaron una octavilla que intentaba dar unos objetivos concretos a la insurrección: sustitución de la Generalidad por una Junta Revolucionaria, fusilamiento de los culpables de la provocación (Rodríguez Salas y Artemi Aguadé), socialización de la economía, confraternización con los militantes del POUM, etcétera. Los comités superiores desautorizaron inmediatamente esa octavilla, que tuvo la virtud de reavivar la lucha en las barricadas.

Los días 5 y 6 de mayo fueron los de mayor auge de la lucha callejera. Los conatos cenetistas de tregua, o abandono de las barricadas, siguiendo las consignas radiofónicas y de la prensa, fueron aprovechados por el bloque contrarrevolucionario para consolidar posiciones; hecho que a su vez provocó que los revolucionarios reanudaran los combates y se volviera a las barricadas.

El 7 de mayo era evidente que la insurrección había fracasado. Las tropas enviadas desde Valencia desfilaron por la Diagonal y ocuparon toda la ciudad. Empezaron a deshacerse las barricadas. Los comités superiores, en los días siguientes, intentaron ocultar todo lo sucedido, arreglar las actas en proceso de redacción y en definitiva evitar en lo posible la previsible represión estalinista y gubernamental contra la Organización y contra los protagonistas más destacados.

Si hubiese que resumir mayo del 37 en una frase, ésta debería explicar que los trabajadores revolucionarios, armados en las barricadas y decididos a todo, fueron abatidos por los llamamientos al alto el fuego emitidos por la radio: Barcelona fue una insurrección derrotada por la radio.

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Caridad Merceder y otras militantes del PSUC deshaciendo una barricada en las Ramblas

Conclusiones:

Por primera vez en la historia, se dio el caso de una insurrección iniciada y sostenida contra la voluntad de los líderes a que perteneció la inmensa mayoría de los insurrectos. Pero aunque una insurrección puede improvisarse, una victoria no (Escorza); y aún menos cuando todas las organizaciones obreras antifascistas se mostraron hostiles al proletariado revolucionario: desde la UGT hasta los comités superiores de la CNT.

Los comités superiores llegaron a jugar con dos barajas, permitiendo la formación de un Comité Revolucionario de la CNT, al mismo tiempo que se formaba una delegación para negociar en el Palacio de la Generalidad. Pero muy pronto abandonaron la carta insurreccional por los ases del alto al fuego, que aseguraban su futuro de burócratas.

UGT y comités superiores de la CNT, ERC y gobierno de la Generalidad, estalinistas y nacionalistas, todos juntos, convirtieron la hermosa victoria militar de la insurrección, al alcance de la mano (Merino, Rebull), en una horrorosa derrota política. Todos juntos, pero de forma distinta, para desempeñar eficazmente cada uno su papel. Estalinistas y republicanos directamente en las barricadas de la contrarrevolución. Anarcosindicalistas y poumistas en la ambigüedad del quiero y no puedo, del soy pero dejo de ser; los primeros recomendando el cese de la lucha y el abandono de las barricadas; los segundos mediante el “audaz” seguidismo de los primeros.

Sólo dos pequeñas organizaciones, los Amigos de Durruti y la SBLE, intentaron evitar la derrota y dar a la insurrección unos objetivos claros. El proletariado revolucionario barcelonés, esencialmente anarquista, luchó por la revolución, incluso contra sus organizaciones y contra sus líderes, en un combate que ya había perdido en julio de 1936, en el mismo momento en que dejó en pie el aparato estatal y trocó la lucha de clases por el colaboracionismo y la unidad antifascista.

Pero hay batallas perdidas que han de librarse en beneficio de las generaciones futuras, sin más objetivo que el de dejar constancia de quién es quién, advertir el lado de la barricada en que se encuentra, señalar dónde están las fronteras de clase y cuál es el camino a seguir y los errores a evitar.

El lector que quiera ampliar su conocimiento sobre los Hechos de Mayo de 1937 puede hacerlo en el libro Insurrección, editado por Ediciones Descontrol.

[Radio] Anábasis #144: Gilles Dauvé (II)

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Seguimos conversando con el compañero Gilles Dauvé (1947), que nos habla, en esta segunda entrega, de su relación con el Movimiento Ibérico de Liberación, de Portugal, de la autonomía italiana, del conocido como “affaire Faurisson” (la polémica negacionista en la que se enfangaron algunos de sus antiguos compañeros) y de la evolución de los movimientos de lucha desde los años 70 hasta el presente, con toda la movida de los “chalecos amarillos”.

[Radio] Anábasis #143: Gilles Dauvé (I)

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De la mano de una compañera del grupo Barbaria, radiamos la entrevista que realizó al compañero Gilles Dauvé (1947), exponente destacado de la crítica radical contemporánea, impulsor de diversos proyectos y publicaciones como Le Mouvement Communiste, La Banquise, Troploin, Douter de Tout… En esta primera entrega, nos habla de sus inicios en el medio radical, del grupo Pouvier Ouvrier que animaba Albert Massó “Vega”, de la librería “La Vieille Taupe”, los comités de Censier en Mayo de 1968, la Internacional Situacionista, los encuentros que organizó Information et Correspondance Ouvrières (ICO), la crisis de muchos de los grupos radicales que habían anunciado y animado la revuelta de mayo-junio, de la cuestión sexual…

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ITS: HIpercivilización y falso antagonismo.

El siguiente texto nos fue enviado anonimamente al correo .

Hoy, luego de casi dos años de intentos frustrados por ganarse algún espacio en los medios de comunicación de masas mediante comunicados que reivindicaban atentados fallidos de los que nadie se enteraba (salvo sus seguidores y los policías encargados de leer sus mierdas tras las pantallas), y una que otra que otra ‘manifestación’ de la naturaleza (como la nevazón en Santiago el 2017), ITS Chile logra su cometido de ganarse un espacio en los noticieros hiriendo parcialmente a cinco ciudadanos que se encontraban esperando la micro en un paradero en el cual los pseudo salvajes habrían colocado algún artefacto explosivo de poca monta pero eficaz.

Evidentemente, de parte de unas individualidades que aspiran por sobre todo a actos que connoten cierta espectacularidad, y cuya reivindicación no aspira a comunicarse con nadie salvo con la prensa y la ‘inteligencia’ policial, la acción tuvo, probablemente, bastante mejores resultados de lo que ellos mismos podrían haberse esperado. Lamentablemente, para quienes estamos atentos a los acontecimientos que trastocan la paz de la civilización del capital, su comunicado no pasó de ser nuevamente una sarta de idioteces y de consignas ultra moralizantes que alardean sobre una supuesta amoralidad que guiarían sus actos. Pensábamos que, ya que por lo menos la cuestión esta vez sí estalló, aprovecharían la instancia para decir algo más. Pero la imbecilidad, signo catastrófico de la civilización, no da más de lo que le permiten sus potencialidades, por cierto mermadas por generaciones de domesticación, y no se puede esperar más que consignas autorreferentes ni de los cristianos ni de autoproclamados eco-extremistas. Sigue leyendo

[Brasil] Motivos por los que el sistema necesita de Bolsonaro

El patriota y liberal como buen adepto de las enseñanzas del hippie nazareno crucificado, pretende seguir evangelizando (con plomo y metralla) más paganos de la Amazona y continuar con las penitencias que depara a los explotados el trabajo salariado y de este modo pueda florecer el paraiso capitalista del orden y el progreso.

Traducimos al español y publicamos a continuación un texto de los compañeros Iniciativa Revolución Universal. Consideramos que es un aporte muy importante para comprender el desarrollo histórico que actualmente devino en la victoria de Jair Bolsonaro y su partido en las elecciones de este año, así como una explicación del papel que jugaron a todas las fracciones del Capital durante este proceso de derrota en las luchas que tuvieron lugar a lo largo de una década. No obstante, pese a su claridad del texto en muchos puntos importantes, también es necesario señalar que hay aspectos que se muestran confusos a la hora de delimitar la dicotomía fascismo/antifascismo, pues hay partes donde sigue encasillando a la facción del bolsonarismo como  un partido fascista, lo cual consideramos un desacierto, pues tal como los compañeros de Barbaria lo han expresado de manera concisa: no estamos de acuerdo con la utilización del término «fascista» para el gobierno de Bolsonaro. El fascismo fue un fenómeno histórico específico, con una participación activa (no meramente electoral) de las masas, una actividad que desborda con mucho las vías democrático-electorales y con la formación de organismos paramilitares. Además, tanto el fascismo italiano como el nazismo encuentran su origen en la socialdemocracia, ya sea en sus organizaciones formales que en su dimensión de partido burgués para los obreros. Bolsonaro, por el contrario, se trata de un militar conservador y reaccionario mucho más semejante a Franco que a Mussolini.  

Pese a lo dicho, sostenemos que no deja de ser un balance de nuestra clase bastante cualitativo el cual no debería ser pasado por alto, pues se sitúa en el terreno revolucionario afirmando las posiciones comunistas más elementales por fuera y en contra de todos los discursos del gatopardismo izquierdista y socialdemócrata que busca “legitimarse” para gestionar el Capital (eso sí, bajo el supuesto de frenar la “amenaza derechista y neoliberal”, siendo que ambas fracciones son simplemente dos caras de la misma moneda). Por otra parte, aunque este texto haya sido realizado unos cuantos meses antes de las elecciones (podemos notar que desde entonces ya se vaticinaba este resultado) eso no le resta vigencia, pues contiene suficientes elementos de crítica ante hechos que siguen presentes y tampoco se limitan a “ese país”, sino que tienen y han tenido lugar en otros procesos del globo [con mayor o menor intensidad] donde los proletarios luchamos y también hemos encarado derrotas, presenciado el triunfo del reformismo que da continuidad a lo que necesita esta sociedad de la mercancía para seguir paliando sus crisis.  [Materiales]

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Epílogo: Había una vez un llamado para una reunión internacional en Kurdistán

Hace dos meses publicamos aquí un llamado para una reunión internacional en Kurdistán firmado por “Algunos militantes en Kurdistán, Irak” en relación con el desarrollo y la intensificación de la lucha de clases en la región de Medio Oriente y especialmente en Irak e Irán.

Pero una cosa es traducir y/o publicar y difundir materiales de grupos militantes como una tarea práctica para desarrollar juntos la comunidad proletaria de lucha y crítica, y otra cosa es estar de acuerdo (o no) completamente sobre el contenido del texto.

Desde entonces, se desarrolló una discusión internacional en torno a este llamamiento. Las siguientes líneas son un reflejo de esta discusión, discusión que también fue la base para el desarrollo de nuestras críticas del texto.

Cuando recibimos este llamamiento, lo consideramos como una iniciativa de nuestra clase, un esfuerzo militante para centralizarse y centralizar la acción directa del proletariado en la región de Medio Oriente, aunque pueda no corresponder con todos nuestros criterios y tampoco lo habríamos escrito de esta manera, aunque sus jalones y muchos puntos siguen sin resolverse o son inciertos, incluso muy vagos, y requieren una profundización y una aclaración… Sigue leyendo

Cuadernos de Negación #12 – Crítica de la Autogestión

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Millones de proletarios no solo se sienten identificados con “su” trabajo sino que se enorgullecen de él. Y confunden sus necesidades con las del Capital, interiorizando de tal modo la relación social capitalista que incluso cuando quieren luchar contra lo que perciben los explota y oprime continúan reproduciéndolo. El discurso dominante y la rutina capitalista cotidiana ha “integrado” a los explotados en tal grado que estos suponen resistir al comercio justamente comerciando. Muchos proletarios descontentos suponen luchar ¡mediante el trabajo, la producción de mercancía, la circulación de dinero, la valorización de la vida en general! Tal es así, que cuando criticamos el modo de producción capitalista en su fachada autogestionista hay quienes se sienten profundamente ofendidos y atacados.

Si nos disponemos a debatir abiertamente la propuesta de la autogestión es porque hubo y hay espacios compartidos, no solo de lucha sino de mera subsistencia.

Contenido:

Presentación -Contra toda gestión del Capital -La gran ilusión: la autogestión -Perlas de la burguesía -Argumentos en favor de la autogestión -Gallinas -¿Autogestión de la lucha? Autogestión y lucha -Ideología de la producción  -El ejemplo argentino -Carta al proletariado en Grecia -El ejemplo español -Perla del autogestionismo libertario -Contra la gestión de lo existente -Autogestión y democracia -¡Comunidad! -¡Comunismo!

Lucha de clases

[Extraído de la publicación Contra la Contra N°2]

¿Proletario yo?

La burguesía ha divulgado ampliamente que tras dejar de ser predominante en la producción la figura del obrero industrial, automáticamente “el proletariado ha desaparecido”.  Pero resulta que el proletariado es  y siempre fue desde su nacimiento una condición material e histórica y por consiguiente esa clase social no puede reducirse a un oficio u ocupación laboral en específico. Al prevalecer el capital prevalece la producción de mercancías, y por consiguiente también la clase que encarna la explotación de esa fuerza y tiempo de trabajo que es requerida para generar el valor de esas mercancías.

El proletariado está marcado por la desposesión perpetua de sus medios de vida y por consiguiente debe que trabajar por un sueldo;  el denominado “estilo de vida moderno consumista” que muchos asalariados pretenden llevar a cabo, dista mucho de ser el reflejo de la supuesta estabilidad y superación que se puede alcanzar bajo el capitalismo. Comprar un automóvil o costearse unas vacaciones en la playa, tener unos zapatos deportivos de marca, un plato de comida en la mesa, ir a beber cerveza los fines de semana o tener agua caliente en la ducha, pagar alquiler por una vivienda o un teléfono móvil; son “comodidades” que en cualquier país, solo pueden solventarse sin sacrificios un reducidísimo número de personas. Si hoy existe mayor circulación de mercancías que se creían inaccesibles para la mayoría de la población hace setenta años, no se debe a las bonanzas de este sistema, sino a la necesidad de crear movilidad para las exigencias del mercado mediante créditos que otorgan los bancos y nos descuentan de la nómina (con alto interés), facilitándonos dinero invisible el cual en la vida real pagamos con más trabajo.  No importa si nos ganamos “la vida” inhalando metales pesados bajo una mina, colocando vigas en una obra, en una oficina tras el computador, en un laboratorio clínico, como jornaleros pizcando cultivos para los agroindustriales, como camareras en un hotel o como mesero de un restaurante; seguimos siendo esclavos del salario, de las deudas y del incremento de trabajo que debemos realizar para pagar por un bienestar que nunca llega. Sigue leyendo

REIVINDICACIÓN Y REFORMA

La identificación entre reivindicación y reforma ha sido, desde tiempos inmemoriales, clave en la ideología dominante y una confusión siempre presente en las filas proletarias. Es lógico, pues es la que permite hacer pasar gato por liebre, presentar lo que interesa a las clases dominantes como igual a lo que piden los explotados y oprimidos,  las necesidades de la valorización del valor como si fuesen las necesidades humanas.

Pongamos entonces los puntos sobre las “i” definiendo el contenido socialmente opuesto de ambas.

La reivindicación es SIEMPRE expresión de lo que el explotado/oprimido necesita. En muchos casos la reivindicación es clara y se presenta bajo la forma de exigencia, de demanda basada en una relación de fuerzas, en otras es mucho más confusa y adopta la forma de un pedido… llegando hasta el extremo de ser una especie de ruego a los opresores. En algunos casos es directa y neta, en otros es confusa y piadosa, a veces se exige directamente lo que se necesita, en otros se pide al enemigo de clase como si fuera un favor, pero más allá de la forma, la relación de fuerza existe siempre y la reivindicación siempre expresa una necesidad. Sigue leyendo

Remembranza sobre la rebelión en la prisión de Attica

[Extraído de la revista Ellos no pueden parar la revuelta #4]

“Pensábamos que iba a haber una revolución y nos estábamos preparando; cuando se abrieran los portones de la cárcel, íbamos a estar listos para salir a tumbar todo este sistema.”

El camarada X, sobre los sucesos de 1971.

“Después de la rebelión muchos quedaron muertos o heridos. Pero nadie se arrepintió. Es más, si se nos hubiera presentado otra oportunidad, lo hubiéramos vuelto a hacer. Porque era mejor eso a que nos trataran como animales”.

Uno de los Hermanos de Attica.

Las condiciones infrahumanas bajo las cuales los presos subsisten en cada cárcel de esta sociedad capitalista no son ninguna novedad; comida podrida, escasez de agua, palizas por parte de los guardias, celdas en aislamiento, dormitorios atestados de suciedad, explotación intensificada en el trabajo asalariado… forman parte de la dura cotidianidad en la que sobreviven los reos en las prisiones. Sin embargo, estas condiciones constituyen a su vez un incentivo para la lucha y el asociacionismo de parte de los proletarios reclusos en contra de la prisión. La rebelión en el centro de exterminio de Attica fue un episodio más de la materialización de la crítica, no solo hacia la institución carcelaria, sino a la totalidad del sistema que la sostiene de raíz.

En un contexto de álgida lucha proletaria que recorría todo el globo, la burguesía de Estados Unidos también experimentó en carne propia el temor de que en el interior de sus fronteras se desarrollaran los mismos síntomas convulsos que tenían lugar en otras latitudes: agitación, grupos, núcleos, propaganda, estructuras de solidaridad con presos, enfrentamiento armado, etc. Ese temor se hizo realidad y debía ser contrarrestado, por consiguiente el terrorismo de Estado no demoró en aplicarse contra todos aquellos que fueron considerados “elementos desestabilizadores” o, en términos conspiranoicos “agentes del comunismo”. Sigue leyendo

[Publicación] SU CAPITAL #25

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Tristemente el orden reina por doquier gestionado de idéntica forma por la izquierda o la derecha del capital con algunos teatrillos opcionales. El juego parlamentario desgraciadamente sigue cumpliendo su función incluso en lugares donde los proletarios están en permanente agitación contra la burguesía y sus representantes. El triunfo electoral en la finca Mexicana del “progrecito” López Obrador es una muestra de que el proletariado no ha perdido todavía toda esperanza en la política burguesa. Todavía se le puede canalizar debido a su debilidad teórica y de menoría histórica. No debemos olvidar que el debate sobre el parlamentarismo ya se formuló con toda su crudeza en el seno del asociacionismo proletario en la década de 1860 en la propia Francia. Incluso se comprobó lo nefasto de la entrega del proletariado a las supuestas bondades de la democracia directa en la comuna de París en 1871. No existe ninguna posibilidad de que dentro de las reglas del estado burgués las condiciones de vida del proletariado se mejoren o dulcifiquen máxime en un momento de desvalorización de las mercancías y por tanto de máxima desvalorización de la vida en general y de la vida humana en particular.

Solo en el caso de la finca francesa se puede entrever una clara identificación de la política vulgar con los valores de la clase dominante. En consecuencia el proletariado está tendiendo a no participar de las farsas electorales y la mediación. Ninguna organización del partido burgués de la conciliación de clases, la socialdemocracia, realmente ni tiene poder en las urnas ni en las calles. Los proletarios han entendido que el único lenguaje propio de su clase es lo que la burguesía califica como el lenguaje de la barbarie. El vandalismo es el único lenguaje que utiliza el proletariado para comunicarse con sus explotadores y verdugos, cuando no es posible utilizar otros medios más contundentes. Desde el punto de vista burgués esta contestación solo merece ser acallada con represión, porras, tanques y balas. No tienen ninguna legitimidad, porque no tienen ninguna base electoral, claro está ninguna facción burguesa podría defender los intereses del proletariado. Que entre otras cosas son la destrucción de la tortura del trabajo asalariado, sacrosanta base ideológica y sostén material del mundo burgués.

Pero dejemos de ponernos intensos y observemos las señales que los gestores del capital nos dejan con sus acciones. Una de ellas es la espantada de los gestores del capital del ala derecha en la finca española. Después de aburrirnos con toda su poética épica sobre la “patria grande”, “una” y “libre”. Después de preparar leyes despóticas para meter en el talego a todo el mundo. Resulta que se dejan sustituir por la más moribunda socialdemocracia liberal y una amalgama de adversarios heterogéneos, todo quizás porque no quieren comerse el marrón de gestionar su propio desastre capitalistas tan amado y querido. Prefieren que sean otros los que apliquen todos los resortes del estado para aplastar a la “canalla” condenada a luchar. Puede que el reino del orden del capital no sea tan tranquilo en el futuro.

Vertedero asturiano verano 2018

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Materiales sobre el proceso en Barcelona [1936-37]

Compilamos y publicamos algunos documentos bastante fundamentales para la comprensión y el balance proletario, acerca de uno de los episodios más cruciales en la lucha de nuestra clase durante el siglo XX, en cuyo vórtice se manifestó con potencia la lucha entre revolución y contrarrevolución; y cuya culminación tuvo lugar con los hechos de mayo de 1937.

G. Munis – JALONES DE DERROTA PROMESA DE VICTORIA Crítica y teoría de la revolución española (1930 – 1939)

Paul Mattick – LAS BARRICADAS DEBEN SER RETIRADAS

BILAN nº 41 – PLOMO, METRALLA, CÁRCEL: ASÍ RESPONDE EL FRENTE POPULAR A LOS OBREROS DE BARCELONA QUE OSAN RESISTIR EL ATAQUE CAPITALISTA

Agustín Guillamón – BARRICADAS EN BARCELONA La CNT de la victoria de Julio de 1936 a la necesaria derrota de Mayo de 1937

Gilles Dauvé – CUANDO LAS INSURRECCIONES MUEREN

Revista comunismo #66 – REVOLUCIÓN Y CONTRARREVOLUCIÓN EN LA REGIÓN ESPAÑOLA – AÑOS TREINTA (primera parte)

[Audio- Charla] Biblioteca Alberto Ghiraldo – CICLO ESPAÑA / Contra el mito de la traición