[Libro] COMUNISMO ANTIBOLCHEVIQUE – PAUL MATTICK

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Paul Mattick, in memoriam

En febrero de 1981 moría en Cambridge (Massachussets) Paul Mattick. El hecho de que no fuera un santón del marxismo oficial o académico, contribuyó lo suyo a que su muerte pasara completamente desapercibida de los media, casi del mismo modo, como su vida y trabajo teórico, centrado en la crítica del capital en proceso, fueron soslayados por los círculos oficiales del debate marxista.

Casi tres años después, presentamos dos artículos, inéditos en castellano, que iban a formar parte, entre otros, del último libro que Paul Mattick preparaba en el momento de su muerte.

Es difícil resistir la tentación del elogio sincero del compañero muerto, sobre todo, para quienes somos en tan gran medida deudores del pensamiento marxiano desarrollado por P. Mattick. Sin embargo, lo evitaremos. Eludiremos la retórica fácil del panegírico, aunque sólo sea por lo contradictorio que resultaría tratándose de quien, como él, defendiera planteamientos tan alejados del «culto a la personalidad». Huiremos, igualmente, de cualquier veleidad propiciadora de la fetichización de su pensamiento. Nada más distante del sistema teórico-crítico de P. Mattick que la posibilidad de su encorsetamiento en la categoría de un «ismo» cualquiera incluído el marxismo o el «consejismo».

No vamos, tampoco, a cometer la pretensiosidad de intentar glosar en unos párrafos una obra que, como la desarrollada por P. Mattick a lo largo de su vida de activista, por su extensión y riqueza en sugerencias, superaría los límites e intenciones de lo que no pretende ser más que una presentación. Por eso mismo, pensamos que lo mejor que se puede hacer es dar a conocer su obra tal y como es: una sistematización rigurosa, precisa y crítica del desenvolvimiento histórico de la contradicción representada por el antagonismo Capital-Proletariado. Este es el motivo principal que nos mueve y al que queremos contribuir con la difusión de los dos artículos que a continuación presentamos.

Con todo, no queremos dejar pasar la ocasión de hacer algún comentario sobre la significación en la teorización del comunismo de este desconocido, -el cual pretendemos que lo sea menos-, cuya obra supone una aportación de indudable importancia a la hora de la elucidación teórica de las posibilidades reales del Comunismo, en tanto resultado de la acción de clase proletaria.

Pero, además, traemos a colación un nombre y una obra por lo significativos que pueden ser en unos momentos, como los actuales, en los que la generalizada abjuración del marxismo, lejos de inducirnos a la superación del mismo hacia la realización del Comunismo, viene a invitarnos al repliegue en los cenáculos de la ideología, de las formas culturales y a la liquidación, simple y llana, de la perspectiva de la lucha de clases. Los planteamientos críticos del tipo de los expuestos por P. Mattick abren nuevas posibilidades de comprensión de la contradictoriedad del Capital más allá de la apariencia engañosa de los fenómenos coyunturales. Y es, precisamente, por eso, porque se ubica en los resquicios de la contradictoriedad, por lo que la teorización deviene CRITICA, reflexión de una práctica que se proyecta en el sentido cambiante de la realidad configurada por la relación Capital-Proletariado.

 Quien contra viento y marea supo desentrañar en plena euforia keynesiana los límites de la economía mixta y los elementos de persistencia-latencia de crisis en las nuevas formas de la dominación del capital, incluso en coyunturas donde otros se dejaban obnubilar por el despliegue fascinante y espectacular de la circulación de las mercancías y anunciaban el final de la sociedad de clases (hombre unidimensional marcusiano), creemos que tiene algo que decir en estas horas oscuras en las que vivimos y en las que la práctica y reflexión comunistas parecen definitivamente colapsadas.

Paul Mattick, fue uno de esos «hijos proscritos» de Marx que, como R. Luxemburgo, Korsch, A. Pannekoek, H. Gorter, O. Ruhle, conjuraron el servilismo de la ortodoxia sin por ello obviar la crítica comunista marxiana diluida en los diversos sucedáneos ideológicos del marxismo.

La recuperación del nódulo fundamental de la sistematización crítica de Marx, que se concretaba en la teoría de la acumulación, como teoría de la crisis – o sea, el reconocimiento del capital en proceso, como contradicción–, lo que venía a conferir a la obra marxiana el carácter de arma teórica del proletariado frente a la ideología burguesa, cobra especial relevancia en Mattick en lo que respecta no ya a la tarea continuadora de la obra de Marx, sino de lo que esta contiene de expresión de la realidad cambiante del proletariado, haciendo exigible la profundización- superación de las aserciones fundamentales del propio Marx.

Es en este sentido, en el que hacemos una llamada de atención a propósito de la obra de P. Mattick. Es decir, sobre el hecho de que su perspectiva de teorización, así como la verificación empírica, en la realidad de la crisis rampante, de sus aseveraciones nos proporcionan los elementos fundamentales de continuación de la crítica de la Economía Política – real, práctica–, desde las bases históricas que representan la dialéctica Capital-Proletariado.

Por encima de todo, se trata de una reflexión formuladora de la realidad práctica de la lucha de clases; pero es más que mera constatación: es, por su propia naturaleza, una incitación a la continuación del combate concreto, cotidiano y colectivo del Proletariado por el Comunismo.

Revista Etcétera, marzo 1984.

[Perú] UNA FARSA DEAMBULA ENTRE NOSOTROS

Una larga “paz social” en este pedazo de territorio mercantil llamado Perú se estaba disimulando en el tiempo. La DEMOCRACIA que es el caballito de batalla de la clase burguesa, la hizo estallar.

La lucha interna entre ambas facciones de la burguesía, representada de un lado por el legislativo que se abandero descaradamente en asumir una lucha moral “contra la corrupción”, y el ejecutivo representado por Vizcarra, cada una representando sus intereses y agendas políticas por el control de las estructuras del Estado, no tuvo otro desenlace que la repartija del poder para acomodar la administración del capital.

La agudización paulatina de estas disputas políticas, llega aparejada de una crisis económica internacional donde el capitalismo nos viene mostrando su pestífero cadáver y que como una bestia mecánica de explotación va esparciendo sus embates de miseria, alienación y precarización intensificada.

Los procesos de rebelión y lucha que se están presentando en el momento y a los cuales asistimos, se van desarrollando en un sentido general débil. Impulsada por una izquierda del capital ya moribunda que, al pedir “mejores gestiones económicas”, a “enjuiciar a los corruptos”, e igualar el “reparto de la riqueza” y finalmente concluir en “nueva constitución”, deposita ilusoriamente su fe en el cambio de administradores en el Estado y su solución por medio de éste. Es decir, sin cuestionar las relaciones sociales de producción capitalistas y la masificación de seres humanos proletarizados que ésta relación necesita para subsistir, alientan la reforma del estado de cosas existente para el cambio de una clase de explotadores por otra, por medio de la entidad que protege la ejecución de todas las explotaciones: el Estado, cuna de la reproducción de la explotación social.

¡La clase explotada no tiene necesidad de elegir a nuestros próximos verdugos, sino el de combatir los medios y las estructuras que los reproducen de igual manera! ¡Tenemos que tomar las riendas de las luchas en nuestras manos!!

En este escenario, se han ido sumando gradualmente otras demandas de luchas fuera de las luchas interclasistas de la burguesía que denuncian la vida precaria, la agonía en el trabajo, la rabia de vivir en un mundo que no nos pertenece, la humillación de los políticos. Este año de la crisis sanitaria capitalista saco a relucir todas sus contradicciones, y la necesidad de asumirnos orgánicamente en una lucha que tenga como fin práctico nuestra auto emancipación como clase proletarizada.

Apostemos por construir el proyecto de negación que supere este inhumano mundo. Nuestros compañeros de otras épocas demostraron lo que hay que hacer como mínimo para ganar. Escupamos en esa aguanta bendita que se nos ha prohibido escupir: La economía, porque sabemos que el capitalismo no nos ofrece nada salvo la esclavitud más brutal y exagerada y en su derrumbe histórico seremos nosotros sus primeras víctimas. Solo en la lucha se conoce a la clase amiga y a la clase enemiga y solo mediante la lucha nos podemos aproximar a un cisma re-ordenador social que crecerá mucho más rápido que nuestros salarios de hambre.

¡POR LA AUTONOMÍA Y GENERALIZACIÓN DE LOS MEDIOS PARA LA LUCHA!

¡CONTRA EL CAPITAL, EL ESTADO Y LA DEMOCRACIA!

¡LA VIDA NO SE MENDIGA, SE TOMA!

¡OMNIA SUNT COMMUNIA!

CIRCULO ANTIFORMAL MARX-BAKUNIN

JÓVENES PROLETARIOS SIN SINDICATO