Mi Visita al Kremlin – Nestor Makhno
[Traducción de Materiales]
Notas sobre el movimiento makhnovista y la plataforma
[Revolución Mundial Editorial]
Mi Visita al Kremlin – Nestor Makhno
[Traducción de Materiales]
Notas sobre el movimiento makhnovista y la plataforma
[Revolución Mundial Editorial]
El Estado de la República Argentina es, como cualquier Estado, una institución genocida. Una maquinaria basada en el asesinato, la coacción masiva y el terror. Desde sus inicios hasta el día de hoy, y hasta el día que muera junto a todos los Estados.
Tras la independencia y con el avance del mercado moderno se hizo fundamental disciplinar a las poblaciones atándolas a un trabajo fijo, desterrando para siempre el libre vínculo con el resto de la naturaleza. Por un lado, se dictaban normas como la Ley de vagos y la obligación para los habitantes de las zonas rurales de portar la papeleta de conchabo, al tiempo que se extendía la demarcación de tierras y los títulos de propiedad sobre ella. Los fortines para el exterminio indígena y los batallones para las guerras civiles se nutrieron de pobres y desposeídos para usarlos como carne de cañón.
En tal sentido, la Guerra del Paraguay (o Guerra de la Triple Alianza) constituye uno de los hechos fundacionales del Estado argentino. Entre 1864 y 1870 Argentina, Uruguay y Brasil aliados con Gran Bretaña invadieron y arrasaron el Paraguay, unidos bajo la bandera del libre comercio, la libre navegación de los ríos y los empréstitos ingleses para financiar la guerra. En esos días Paraguay constituía el principal competidor de la industria y el comercio británico en la región, siendo el país más industrializado de América del Sur. Se estima que producto de esta masacre murió más de la mitad de la población del Paraguay, entre ellos más del 80% de los varones en edad militar. Como trofeo, la naciente burguesía argentina consiguió la anexión de la actual Formosa para su explotación.
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LA SEMANA DE ENERO. A 100 AÑOS (formato de página A4)
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LA INSURRECCIÓN DEL 19. SEMANA TRÁGICA
Publicado originalmente en Le Chien. Marzo de 2015, Buenos Aires. Se trata de una suerte de comic sobre aquellos sucesos. (Formato de página A3)
Traducimos el siguiente epígrafe del libro La préhistoire du capital de Alain Bihr por su valor de síntesis en lo que respecta a la formación del individuo capitalista, los rasgos propios de su subjetividad y las prácticas que la provocan y reproducen. Nos parece interesante dentro de una reflexión más amplia, que da cuenta de cómo el capitalismo tiene en su lógica la completa disgregación de la comunidad a partir de la categoría histórica del individuo, cómo la afirmación de éste como algo antagónico a la comunidad es la afirmación de la lógica capitalista, cómo la definición misma de esta categoría es la «personificación del capital». El comunismo anárquico superará esta oposición destruyendo al individuo —corazón de la democracia— para afirmar nuestras individualidades en común. [Colectivo Barbaria]
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El desarrollo precedente permite ver con toda claridad que las diferentes formas del capital mercantil medieval se distinguían muy poco las unas de las otras —lo cual es sin duda un signo de su carácter juvenil. En efecto, a menudo son los mismos (individuos, familias, compañías) los que, a partir de la acumulación monetaria conseguida gracias al comercio mayorista, practican la usura, se asocian a las operaciones bancarias de crédito público o privado, arriendan impuestos, cierran contratos de seguros y se lanzan (¡ya!) a especular sobre los títulos privados o públicos, a lo cual incluso se añade a veces el desarrollo de actividades protoindustriales bajo la forma de manufacturas, ya sean fragmentadas o concentradas. Para ellos se creó el término comerciante-banquero y Jean Favier no dudó en hablar de «hombres de negocios» [1]. La expresión podría parecer anacrónica si no señalara un fenómeno sociológico indudable y de una gran importancia: la formación de la individualidad capitalista. Se trata de un tipo nuevo de individuo que es «la personificación del capital» (en aquel momento mercantil), para retomar los términos con que Marx lo define, es decir, un individuo que se dedica en cuerpo y alma a la valorización y a la acumulación del capital, entregándole a este último la voluntad, la imaginación y la inteligencia sin las cuales esta valorización y esta acumulación serían imposibles. Un individuo cuya subjetividad, lejos de reducirse meramente al auri sacra fames (la maldita sed de oro) en busca del beneficio y del lucro, se muestra compleja y presenta diferentes facetas contrarias o incluso contradictorias.
En primer lugar, esta subjetividad contiene el espíritu de aventura. Ya hemos visto que los vikingos supieron mostrar tanta audacia en sus empresas comerciales como en sus conquistas guerreras, tanta tenacidad en el comercio como en el saqueo. Sin duda los primeros comerciantes terrestres fueron también, al menos en parte, aventureros, siervos que escapaban del mando de su señor feudal, vagabundos desarraigados, personas errantes, que no dudaban en hacerse en un momento dado ladrones o saqueadores, como el Godric de Finchale cuya epopeya es narrada por Herni Pirenne [2], que pasa de vagabundo a vendedor ambulante, después a ser un rico comerciante primero terrestre y luego marítimo, y a hacerse finalmente un eremita que será santificado tras su muerte. Este espíritu de aventura continúa mucho después de aquellos tiempos heroicos en que los comerciantes, seguramente no sin cierta vacilación, se lanzaban una y otra vez a nuevas empresas donde a menudo arriesgaban su fortuna personal e incluso su vida —cómo no recordar aquí la figura legendaria del veneciano Marco Polo. Volveremos a encontrar este espíritu en los «grandes descubrimientos» del final del siglo XV, que serán obra también de navegantes comerciantes o de navegantes impulsados por la perspectiva de abrir nuevas vías comerciales. Sigue leyendo
«Panfleto editado por algunxs proletarios para ser difundido en la marcha de los pobres la cual en su llamado exclama: “LOS POBRES DE CHILE MARCHAN CONTRA LAS MIGAJAS DE LA DEMOCRACIA”. Se insta a la difusión tanto física como digital del mismo»
En efecto, allí expuse abiertamente ante los príncipes que el pueblo entero tiene el poder de la espada y también la llave para abrir y cerrar, y decía, apoyándome en el texto de Daniel, del Apocalipsis, de los Romanos y de los Reyes (Dt 7, 27; Ap 6, 15; Rom 13, 1; Sam 8, 7), que los príncipes no son señores, sino servidores de la espada. No pueden hacer lo que les place, sino lo que es justo. Por eso, de acuerdo con la buena práctica tradicional, el pueblo tiene que estar presente cuando alguien es juzgado según la ley de Dios. Y ¿por qué? Si la autoridad intentara pervertir el juicio, entonces los cristianos allí presentes deberían rechazarla y no consentir en su tropelía, porque Dios pedirá cuentas de la sangre del inocente (Sal 79 (78), 10). La mayor abominación sobre esta tierra es que nadie se preocupe de los que pasan necesidad, aunque los poderosos hagan lo que les plazca, tal como se halla escrito en Job 41.
El infeliz pelotillero (Lutero), en oposición al texto de Pablo a Timoteo (1, 7), quiere cubrirse con Cristo y con una falsa bondad. Sin embargo, en su libro sobre los tratados comerciales, afirma que los príncipes, confiadamente, pueden unirse a los ladrones y todo tipo de gente de mala vida. En el mismo libro no dice ni palabra sobre el origen de todas las formas de latrocinio. Sin duda, es un heraldo que quiere ganar méritos con la sangre derramada, con la finalidad de obtener bienes temporales. No debería olvidarse, sin embargo, que Dios ha mandado no poner los ojos sobre ellos.
Date cuenta: nuestros señores y nuestros príncipes se hallan en el origen de cualquier tipo de usura, de robo y de estafa, ya que se apoderan de todo lo que existe como si fuera de su propiedad. Los peces en el agua, los pájaros en el aire, las plantas en la tierra: todo tiene que pertenecerles. Después de eso, proclaman los mandamientos de Dios al pueblo: Dios ha mandado que no debes robar. Con la mayor sinvergüenza del mundo, sin embargo, este mandamiento no vale para ellos.
Si Pinochet hubiera muerto fusilado en un paredón de la clase obrera, o ajusticiado por un comando de incontrolados, y hubiéramos disfrutado de ver su sucio cuerpo colgando en la plaza de armas, celebraríamos embargados por la alegría. Pero no fue así, el tirano se murió de viejo. El que un genocida tan nefasto como Pinochet no sea aniquilado por la ira proletaria, demuestra las debilidades presentes de nuestra clase en la actualidad, debilidades acentuadas por todo el discurso reformista y ciudadano, que llama a confiar en la justicia burguesa, la misma que interrogaba al tirano cómodamente en sus mansiones, al mismo tiempo que manda 10 años a prisión a un proletario que asalta un microbús. Pero así están las cosas, por ahora. En todo caso, el constatar las debilidades presentes de la lucha de los explotados, no nos hace olvidar que este año hemos visto una afirmación de las luchas proletarias en chile, y un rápido desgaste del cuarto reich de la concertación.
Al final, todo el Estado se cuadró detrás de uno de los suyos, dándole honores militares a uno de los jefes del más brutal terrorismo de estado, velándolo en capilla ardiente cuando el más mínimo sentido de justicia llamaba a arrastrar su cadáver por la Alameda. Y la iglesia católica condenó de antemano cualquier desmán, poniéndose una vez más del lado de los verdugos, por más que le pese a los viejos cristianos de base. La iglesia no es una institución para radicalizar por abajo o dividir, sencillamente hay que destruirla.
Con respecto al reformismo, simple fracción de izquierda del capital, la muerte del tiranuelo les ha servido para tratar de llevar agua al viejo y casi seco molino del más rancio antifascismo, tratando de repolarizar a los oprimidos en la supuesta contradicción dictadura – democracia. Pero esa dicotomía es falsa, puesto que tanto la dictadura militar como la democracia (con o sin los llamados «enclaves autoritarios») son las dos caras de la misma moneda: la tiranía capitalista contra la humanidad explotada.
Pero tras la fiesta ciudadana en la tarde en el centro, con las banderas de la Democracia Cristiana y del PPD y del PS y del P»C» y la nauseabunda banderita chilena, hermanadas en las celebraciones pacíficas, los incontrolados se tomaron las calles de Santiago, y los proletarios asaltaron tiendas, levantaron imponentes barricadas y lucharon directamente contra la represión, y la lucha se extendió en el centro y en los barrios periféricos hasta altas horas de la madrugada (en la capital y en otras ciudades del país), con autos incendiados y la alegría de los saqueos y el vandalismo. Una vez más una explosión del proletariado sorprendió a todos los que hablan de tribunales, de reconciliación, de juicio y castigo dentro de los márgenes del derecho burgués. Sorprendió a todos los periodistas imbéciles que hablan de «adversarios», «detractores» y «opositores» a Pinochet, cuando de lo que se trata en las revueltas es de tomar un poco de la vida que este sistema nos arrebata cada día. Sorprendió a todos los que se llenan la boca con el final de la vieja lucha de clases o anuncian desde hace años la muerte del proletariado.
Y a los que esperan una violencia ordenada y dirigida por tropitas leninistas que sigan esperando sentados, porque la revuelta es caótica, reproducible y contagiosa. Y se estrella contra todo lo que nos convierte en esclavos.
Ya llegarán lo días alegres de ajustar cuentas con todos los verdugos y torturadores, encubridores y simpatizantes, los que hacían el saludo nazi frente al hospital y la escuela militar o los demócratas pusilánimes, pero que nunca son pusilánimes para condenar a los explotados. Y a los que hablan de reconciliación, siempre dicen eso como una meta a cumplir entre los políticos, pero la clase política ya está reconciliada hace años, de derecha a izquierda. Todas sus querellas son un show mediático, otra falsificación más, propia de la sociedad del espectáculo y la mercancía. De lo que hablan en realidad es de la reconciliación de clases, y eso no lo han logrado ni lo lograrán jamás.
Arderá junto con ellos en las barricadas.
¡QUE LA MEMORIA HISTÓRICA SEPULTE A LOS QUE CONDENAN LA VIOLENCIA PROLETARIA!
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Nota de Materiales: Este panfleto fue publicado hace más de 10 años en la región chilena en el blog de rojoscuro.blogspot.com.
Una apasionante crónica de mayo de 1968. Los símbolos de la autoridad son impugnados por millones de huelguistas y estudiantes. William Klein rueda día a día asambleas, debates improvisados, manifestaciones, barricadas, trifulcas de calles, utopía en marcha, esperanzas, dimisiones. Rodado en blanco y negro, cámara al hombro, es el documento más preciso, más exacto y más inquietante sobre la gran rebelión francesa del siglo XX.
“No llegamos a ponderar lo suficiente lo que deben nuestras teorizaciones a nuestros fracasos. Si la Comuna de París fue un avance gigantesco, en ciertos sentidos aún no superado, también indicaba el callejón sin salida del comunalismo. Rusia ha ilustrado ya la suerte de una insurrección que se limita a una toma del poder, y España mostró lo que ocurre a las socializaciones cuando se deja intacto el Estado. Pero en cada ocasión la ‘lección’ es negativa, la contrarrevolución se fija y consolida el contenido de lo que ha intentado el proletariado” (Dauvé/Nesic, Comunización)
A 100 años de 1917 distintos expertos y medios de (in)comunicación dedican parte de su tiempo a analizar la Revolución Rusa como un curioso evento de un pasado por lejano en que tales aventuras eran posibles, y por suerte ya no.
Hace 100 años, la humanidad proletarizada había sido desangrada por el desarrollo del capitalismo y la gran guerra imperialista. El mundo ardía por los cuatro costados: no sólo en Rusia, donde se logró por un breve instante liquidar el viejo mundo, sino que en diversas insurrecciones obreras y campesinas desde Berlín y Baviera a México, Seattle y Puerto Natales, entre muchas otras, el proletariado luchaba abiertamente por la revolución social.
El capitalismo y su gran aliada, la socialdemocracia, tuvieron que reinventar diversas formas de gestión del sistema para así evitar o al menos aplazar su destrucción (“leyes sociales”, keynesianismo y “Estado de Bienestar”).
Un siglo después, estas experiencias han sido mitificadas en distintas maneras, y casi nada se sabe de este gran asalto proletario contra la sociedad de clases como proceso global.
Es por esto que para la última semana de octubre realizaremos un sin número de actividades que intentan hacer un balance sobre lo que denominamos como 1er Asalto del proletariado contra la sociedad de clases (1917-1923).”
Audio de la charla: escucha desde youtube
Un film de Martina Loher Rodriguez Año 2006
Audio de la charla sobre la Comuna de París.
Se trata de un abordaje retrospectivo de los hechos de «La Comuna», un alzamiento revolucionario ocurrido en 1871, que se cristaliza como una significativa experiencia de organización insurreccional, con distintos niveles de participación y reivindicaciones de la clase proletaria.
Basándonos en esta experiencia, vamos a indagar en las corrientes filosóficas más influyentes de la época y el significado para las prácticas revolucionarias de los años posteriores.
Afortunadamente, como a muchas otras personas, la necesidad de revolución social aún nos mueve. Por eso, dedicamos gran parte de nuestra actividad a recuperar episodios y profundizar las discusiones de la clase explotada en lucha.
«La Comuna, completamente rodeada, solo tenía la muerte en el horizonte. Sólo le quedaba ser valiente, y lo fue. Y con su muerte abrió una amplia puerta al futuro. Ese fue su destino.» (Luisa Michel, Memorias)
Jacques Camatte: El KAPD y el movimiento proletario
Jacques Camatte – 1971
Traducido por C. M., miembro de Colectivo Germinal
El partido comunista de Alemania (KAPD) es una de las corrientes más interesantes del movimiento obrero alemán. Es el punto de llegada de un proceso de ruptura del proletariado con la socialdemocracia que se produce desde finales del siglo XIX y que se amplificó con la acción de la guerra y la revolución rusa. Esta última había visto la generalización de una forma política nueva aparecida en 1905, el soviet (o consejo). Asimismo, el movimiento revolucionario alemán se manifestó mediante la constitución de consejos de marinos y soldados, primero en Kiel y más tarde en toda Alemania. Pero la generalización de una forma de organización más o menos superficial, el consejo, contribuyó en un primer momento a ocultar el fenómeno profundo: el intento de encontrar un comportamiento que fuera realmente proletario y comunista y que fuera más allá de las viejas formas legadas por un estadio en que el proletariado estaba poco desarrollado.
Sin embargo, lo que iba a mantenerse en la apariencia era el fenómeno
superficial, la reivindicación de los consejos que pudo imponerse más tarde con la del partido. Lo que se mantendría al final sería la imagen de un partido comunista alemán con todas sus debilidades, sus incertitudes, sus torpezas, mientras que el fenómeno profundo sería ocultado, enterrado, casi aniquilado. Es así cada vez que la victoria no puede ser alcanzada; se colma así toda ruptura (brecha) momentánea en el ciclo de las luchas de clase. Por ello mismo, antes de presentar las posiciones del KAPD en relación con el movimiento proletario actual, es preciso hacer un breve relato histórico. Sigue leyendo
El compañero Agustín Comotto, autor de la impresionante novela gráfica 155. Simón Radowitzky (Nórdica, Madrid, 2016), además de ilustrarnos sobre algunos de los avatares de la obra, nos acerca a la agitada trayectoria de este revolucionario (1891-1956), muy intrincada con algunas de las convulsiones sociales más importantes del siglo XX: sus orígenes en el medio judío de la Galitzia rusa, sometido a constantes pogromos; su participación, desde Yekaterinoslav, en la Revolución Rusa de 1905 y en el fenómeno soviético; el exilio a Argentina, la Semana Roja de mayo de 1909 y el asesinato del coronel Falcón; su larga reclusión en el penal de Ushuaia y las campañas de solidaridad; su puesta en libertad en 1930 y la deportación a Uruguay; el viaje a la España revolucionaria en 1937 y su postura sobre las posiciones del movimiento libertario; sus últimos años en México, etc.
Link: Anábasis Radio QK…
Marginación y lucha social en el barrio de Los Pajarillos (Valladolid).
Duración: 9’13». Primavera, 2017.
Los compañeros de Pajarillos (Valladolid) han realizado un CORTO DOCUMENTAL sobre las luchas sociales en el barrio y la problemática de marginación y especulación que sufren. Solicitan difusión:
Seguimos a tope con Ian Bone y su Golpea al rico. Confesiones de un anarquista británico (El Grillo Libertario, Cornellá, 2016) hablando de la gran huelga minera de 1984-1985 y la intervención de Class War, de sus intentos por abrir un “segundo frente” en las ciudades; de qué significó la publicación / colectivo en el contexto del gobierno de Margaret Thatcher, de las celebraciones (y de sus límites) de las marchas “Bash the rich!” que prometían arrasar con los barrios de la clase dominante, de toda la historia de radicalismo inglés con la que pretendían enlazar, desde 1381 a los ludditas, de los levellers a Sylvia Pankhurst; de algunas influencias teóricas recibidas, de la revuelta de Brixton de 1985. Para finalizar, hacemos mención de la banda sonora de estas dos emisiones radiofónicas, compuesta de conjuntos que aparecen citados en el libro.
Link: Anábasis Radio QK…