[Folleto] Diez notas sobre la perspectiva revolucionaria

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Estas notas pretenden responder a dos necesidades históricas a través de las cuales las minorías revolucionarias han pensado sus tareas. Por una parte, el comunismo es un movimiento real que abole el estado de cosas existente. Cuando hablamos de revolución, de clase o de partido estamos hablando de realidades que nacen de las contradicciones del capital, del suelo mismo de la sociedad capitalista, de antagonismos sociales que se desarrollan, como el magma volcánico, por la acumulación incesante de contradicciones materiales y sociales. Estas contradicciones provoca el enfrentamiento entre las clases, un enfrentamiento que tiene lugar mucho antes en los hechos que en las cabezas de sus protagonistas: el ser antecede a la conciencia. Por otra parte, las minorías revolucionarias siempre han tratado de analizar y comprender el período histórico, en su sentido amplio y mundial, en que se encuentran. Es lo que pretendemos hacer en este material semielaborado, en el que sostenemos que estamos entrando en un nuevo período de ascenso de la lucha de clases, un período caracterizado por el reinicio de la experiencia histórica del proletariado a través de una agudización de la lucha de clases.

Panfleto directo desde las entrañas de la guerra de clases en Ecuador

De unos compas de Ecuador:

Ecuador, 9 de octubre de 2019: 7mo día de Paro Nacional y 1er día de Huelga General. Panfleto de un@s proletari@s cabread@s de la región ecuatoriana por la revolución comunista anárquica mundial, desde «donde las papas queman»:

Estamos luchando en las calles junto a las masas proletarias de la ciudad y del campo. No hay tiempo ni copiadoras disponibles para sacar y repartir este panfleto en papel. Es más agradable y provechoso vivir la experiencia de la rebelión que escribir acerca de ella.

Hicimos huir al presidente-títere de los empresarios y banqueros ladrones del Palacio de Carondelet y nos tomamos la Asamblea Nacional, mediante acciones directas masivas y redes de solidaridad de clase, a pesar del terrorismo de su Estado (estado de excepción, brutal represión policial y militar, cientos de detenidos, decenas de heridos, varios muertos, toque de queda).

No sabemos cuándo ni cómo va a concluir la situación actual. Pero sí sabemos que la lucha social continúa y debe continuar, teniendo claro y firme las siguientes reivindicaciones mínimas e innegociables:

* Derogar todo el paquetazo económico, no sólo el alza de pasajes.

* Derogar el estado de excepción y el toque de queda.

* Derrocar todos «los poderes» del gobierno de Moreno, sus jefes y sus secuaces.

* No negociar ni ceder con el Estado de los ricos y poderosos que nos matan de hambre y a bala. No dejarse robar por la burguesía y los políticos oportunistas de derecha ni de izquierda el poder que hemos ganado en las calles estos días. No exigir nuevas elecciones y nuevo gobierno. Ya basta del mismo libreto político de mierda de siempre. Autogobierno de las masas.

* Mantener las Asambleas en todas partes para autoorganizar la movilización, la solidaridad, el abastecimiento, la salud y la autodefensa de nuestra gente.

* Exigir la devolución de todo el dinero robado por empresarios, banqueros y políticos, para poder mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora del campo y la ciudad.

* Expulsar a la Minería y al FMI.

* Liberar a los compañeros detenidos.

* Romper el cerco mediático y denunciar el terrorismo económico y policial del Estado.

* Llamar a la solidaridad de clase internacional concreta en todo el mundo.

Proletari@s en lucha de este país:

Ganemos o perdamos, hemos despertado del letargo histórico, respondido a los ataques de todo tipo de la clase dominante, hecho cosas que no se han hecho en muchos años, y estamos aprendiendo en la práctica varias lecciones importantes durante estos días de intensa lucha de clases.

Ganemos o perdamos, mantengamos encendida la llama de la lucha proletaria para poder construir y sostener a mediano y largo plazo una fuerza social autónoma con la capacidad y la claridad necesarias y suficientes para tomar el poder no del Estado burgués, al cual hay que destruirlo de raíz, sino sobre nuestras vidas. Para hacer la revolución social hasta el fin, es decir la abolición y la superación positiva de la propiedad privada, la mercancía, el trabajo asalariado, el dinero, la sociedad de clases, el Estado, la patria y toda forma de opresión entre los seres humanos y sobre la naturaleza.

¡No se trata de sobrevivir menos mal, sino de vivir de verdad!

¡No se trata de cambiar de amo, sino de dejar de tenerlo!

¡Viva el Paro Nacional y la Huelga General!

¡Guerra de Clases e Insurrección!

¡Comunas Libres en todo el país!

¡Por la Transformación y la Comunización de Todo lo existente!

¡Vamos hacia la Vida!

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Si estás de acuerdo, favor difundir. Copia y pega. Contrainforma. Resiste y protesta desde todos los frentes de lucha.

[Ecuador] Breve análisis del «paquetazo» y las próximas protestas en este país desde la crítica radical

La organicidad que traspasa fronteras es la norma, y cuando se impone la calma en un país, el proletariado de otra región toma el relevo. -Proletarios Internacionalistas-

El polvorín social que actualmente recorre el centro y diversas  provincias de la finca ecuatoriana, no es algo repentinamente casual, y es por eso que desde los años 2014 y 2015 ya habían acontecido revueltas proletarias en esa región como respuesta a los ataques que impone la dictadura de la economía.

Este mes de octubre del 2019, el combate en las calles y la solidaridad ejemplar que se ha gestado entre oprimidos, revive el conflicto tras unos breves años de paz social.

Sin duda, esta situación regresó a primer plano en la palestra una realidad que buscaba ser nublada por la burguesía y sus ideólogos: la realidad de la lucha de clases, que ante los hechos, propios y extraños tuvieron que callarse, cuando antes ladraban acerca de la superación de todo enfrentamiento de clase.

Los acontecimientos de Ecuador, pese a todas las contradicciones y debilidades que el proletariado pueda arrastrar en este proceso; afirman nuevamente una realidad concreta: que el proletariado no es un concepto ambiguo, pasajero ni de identidad elegida; es la condición material y concreta de los que no poseemos más que manos y cerebro para vender al capitalista. Y que la lucha no es de ideologías “buenas” contra ideologías “malas”, es la lucha del proletariado revolucionario contra la burguesía y su Estado, es la lucha de una clase desposeída y dominada contra el armatoste de la sociedad que la aprisiona, más allá de cualquier aspiración redentora por obra de una “bonita idea”.
Es una labor de repetida tergiversación de la realidad donde la burguesía, sus voceros ideológicos y sus medios nos dirán que “somos clase media, ciudadanos, indígenas, estudiantes, ecuatorianos, venezolanos”… toda esa parafernalia solo tendrá el objetivo de que nuestro potencial subversivo sea atomizado, parcelado e impotente… y así poder ser canalizado para que pidamos más democracia, más reformas, mejores gobernantes… en suma, unas migajas efímeras para seguir en el vertedero.
Analistas políticos dicen muchas cosas, se atascan periódicos, páginas web, programas de tv y radio de bastante palabrería de todo tipo. Al fin de cuentas nadie dirá lo debe decirse: que ya no podemos ni queremos vivir así, bajo las imposiciones de la clase dominante y su sistema de reproducción de estas nauseabundas condiciones de existencia, y que por ello, la única solución para terminarlo es destruyendo la raíz de todo esto.

Los ideólogos orates que llaman al dialogo, la calma y a buscar vías de paz. Evidencian en estos momentos lo obsoleto de su discurso, pues son los hechos los que demuestran que cada vez que los trabajadores, los parados y los precarios se llenan de valor para expresar su rabia, ahí sin falta estarán los gases lacrimógenos y las balas de goma, las masacres, los asesinatos y las detenciones, las cárceles estarán copadas, los guettos llenos de droga y violencia. Todo para calmarnos, callarnos, reprimirnos, porque lo que más teme la burguesía y su Estado, es al proletariado en lucha.

En todo caso, durante estos últimos años de crisis social mundial hemos atestiguado la ruptura de la cotidianeidad burguesa, ya nada es lo mismo, y poco a poco se va configurando en las mentes de los obreros, los parados, los inmigrantes ilegales, los presos, etc., que del Estado ya no se puede esperar nada, más que su ataque, que ya sea la izquierda o la derecha en el gobierno, la porra del policía siempre caerá en la jeta del quien tiene hambre, está endeudado y tiene que trabajar para sobrevivir. Y esto ya lo hemos visto, desde Europa, Asia, el Norte de África hasta América Latina, la normalidad ya está rota.   [Materiales]

Nota breve del 05/10/2019, 3er día del Paro Nacional: fuertes protestas sociales con acciones directas y brutal represión policial y militar en todo el país bajo estado de excepción. La lucha proletaria aquí y ahora sigue y seguirá al menos hasta que se derogue todo el paquetazo (no sólo el alza de pasajes) y que se vaya todo este gobierno burgués. Actualización de los últimos hechos en curso pendiente y apenas sea humanamente posible desde las calles.

Reproducimos a continuación un material a manera de posicionamiento y balance realizado por compañeros de aquella región, el cual ha circulado en las calles durante estos días.

***

Las últimas medidas económicas del gobierno ecuatoriano son medidas de austeridad en tiempos de crisis capitalista, que las han aplicado y las aplican gobiernos de derecha o «neoliberales» y gobiernos de izquierda o «socialistas del siglo XXI» de todo el mundo por igual, porque eso es lo que les determina a hacer la lógica misma del modo de producción capitalista, el cual se fundamenta en, o vive a costa de, la explotación de la clase trabajadora. En efecto, en tiempos de crisis el Capital siempre aplica en todas partes la misma política económica contra nuestra clase: ajuste de cinturones o mayor empobrecimiento, y aumento de la explotación.
En el caso concreto del último «paquetazo» de Moreno, lo primero lo consigue aumentando el costo de la vida debido al aumento del precio de la gasolina (pues aquí se sabe que «si sube la gasolina, sube todo»); y lo segundo, con todas las reformas laborales flexibilizadoras y precarizadoras impuestas (reducción de sueldos, de pensiones jubilares, de vacaciones, de personal, contratos flexibles, teletrabajo, etc.).
Por lo tanto, el problema no es sólo el «paquetazo» ni el gobierno «neoliberal» de Moreno ni el FMI. El problema de fondo es cómo el Capital nos ataca directa y avasalladoramente a la clase trabajadora en tiempos de crisis, y cómo podemos responder. La lucha es el camino, sin duda. Pero también es necesario analizar autocrítica y estratégicamente la lucha de nuestra clase.
Así pues, cuando al calor de la misma lucha concreta el proletariado desborda el terreno democrático y ciudadano, que es el terreno de lucha de la burguesía y su Estado, así como también el encasillamiento por parte de los sindicatos y partidos de izquierda que sólo quieren cooptar y dirigir la lucha proletaria para poder negociar con la clase dominante sus propios fines particulares y arribistas; cuanto esto pasa, la respuesta más contundente y legítima de la clase trabajadora frente a estos ataques de austeridad del Capital-Estado ha sido, es y será la acción directa, autónoma y antagonista por defender e imponer nuestras necesidades vitales concretas, o al menos pelear por que los ricos y poderosos no empeoren aún más nuestras ya malas condiciones materiales de existencia.
Llegado este punto, las reivindicaciones y las protestas de la clase trabajadora se generalizarían y radicalizarían, y ya no sólo el gobierno sino que todo este sistema no podría cumplir esas demandas sociales «imposibles»; sólo el derrocamiento de este sistema, del Capital y el Estado, lo podría hacer, y entonces se lucharía por esa salida revolucionaria de la crisis capitalista. Pero todavía falta mucho para ello aquí y en todas partes, sobre todo en este país donde el acumulado histórico y el nivel de la lucha de clases, a pesar de ciertos episodios rescatables, ha sido en general bajo e inconstante.
Por lo pronto, salir a protestar con las consignas «abajo el paquetazo», «abajo Moreno» y «abajo el FMI», «construir afinidad en las calles», y hacer todo esto de manera colectiva, más o menos organizada, más o menos autónoma, más o menos combativa… es necesario y está bien; pero hay que ir más allá (como se dijo esta noche en una asamblea por ahí): «abajo el gobierno», «abajo los empresarios y los banqueros», «que se vayan todos, que no quede ni uno solo», «abajo el Capital, abajo el Estado, abajo los gobiernos y todos sus lacayos».
Revertir el «paquetazo» y derrocar a Moreno (como se ha derrocado a Bucaram, Mahuad y Gutiérrez en años anteriores) serían reales «victorias» para el posible y nuevo «movimiento» de protestas sociales en este país. Pero, siendo objetivos, aquí y ahora no existen las condiciones y las fuerzas sociales reales, el nivel de lucha de clases real para ello, aunque por algo se empieza. Puede ser que este gobierno de empresarios y banqueros se salga con la suya, pero la lucha de la clase proletaria en las calles tratará de impedírselo y no será en vano. La lucha es el camino y ahí mismo, luchando, se aprende, en especial de los golpes y las derrotas, a fin de transformarlas en su contrario en próximas batallas.
El hecho de que mañana se reactive la protesta social en este país que ha estado tan «dormido» en ese aspecto durante la última década no es poca cosa. Al contrario. Impulsadas por las fuertes y ejemplares protestas de las últimas semanas de septiembre en Bolívar y Carchi, mañana podrían comenzar las jornadas de octubre o jornadas octubrinas del 2019 en Ecuador. La protesta será creciente y es posible que haya saltos. Algunas organizaciones sociales ya declararon que el 3 de octubre es el día del inicio del «paro nacional». Y ya hay algunas protestas en algunos puntos del país. Veamos qué pasa desde mañana que se vuelven a calentar las calles…
Hay que salir a protestar, sí, pero teniendo claro que este es sólo el comienzo y que hay que ir más allá. Teniendo claro, en última instancia, que los ricos y poderosos no van a pagar la crisis; que ésta no es sólo nacional y «neoliberal», sino mundial y capitalista; que ésta no se eliminará de raíz y definitivamente sino es eliminando al capitalismo, el cual nos seguirá atacando y empeorando nuestras vidas con más crisis y medidas de austeridad; que falta mucho para ello, para un nuevo ciclo (internacional y local) de luchas proletarias que altere la correlación de fuerzas sociales y le imponga al sistema capitalista una situación de crisis revolucionaria; y que, al mismo tiempo, por algo se empieza en la lucha por defender las necesidades humanas de la clase trabajadora contra las necesidades de explotación y acumulación del Capital. Pase lo que pase, en términos de lucha, organización y consciencia, alguna lección y alguna llama encendida dejarán estas próximas protestas para la clase trabajadora en esta «mitad del mundo». Ya es hora. Veamos qué pasa desde mañana en las calles…

Un proletario cabreado de la región ecuatoriana
Extraído de:
http://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/

[Audio] Charla sobre el movimiento de los Chalecos Amarillos en Francia

http://blog.temperamento-radio.com/content/images/size/w1000/2019/07/barbariachalecos2.jpg

Compartimos el audio de la charla realizada el 20/07 por  grupo Barbaria (Madrid/París), a cargo de compañeros que estuvieron en la región

«En cualquier caso, es indudable que el movimiento de los chalecos amarillos hace parte de un proceso de despertar de nuestra clase a nivel internacional, tras la derrota de la oleada de luchas de los años 70. Ante la perspectiva factible de que este movimiento se apague tarde o temprano, si no se produce una recuperación burguesa a la altura de la intensidad que ha vivido y luchado, dejará tras de sí nuevos lazos de solidaridad, quizá algunas estructuras, experiencias de lucha de las que extraer lecciones, un nuevo número de personas que, tras su radicalización en el movimiento, se sumarán a la actividad de las minorías revolucionarias pese a la vuelta a la normalidad. Nuestra clase aprende. Construye su propia memoria. Se despierta.»

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Chalecos amarillos/Gilets jaunes

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“¿Es una revuelta?”

“¡No, Sire, es una revolución!”

(duque de La Rochefoucauld-Liancourt a Luis XVI, rey de Francia, 15 de julio de 1789, después de la toma de la Bastilla)

Recientemente publicamos en nuestro blog, ya que tuvimos acceso a ellos y otros nos llegaron, algunos documentos producidos por y alrededor del movimiento “chalecos amarillos” que sacude a Francia desde hace varias semanas. Lo que sigue es una especie de introducción a todos ellos (una introducción que normalmente publicamos antes, ciertamente).

No volveremos a la historia del movimiento, a acontecimientos o expresiones particulares, ya que podemos referir a los lectores interesados en esto a diferentes sitios web y blogs que asumen muy bien esta tarea.

Lo que nos gustaría tratar aquí es la forma en que nos aproximamos a este movimiento, cómo lo analizamos, cómo evaluamos su importancia en el marco de la lucha de clases. Y no queremos ocultar que varios artículos que escupen sobre este movimiento, producidos y reproducidos por demasiados grupos de ultra-izquierda, fueron una inspiración (negativa) para esta contribución, lo que podemos llamar: “Qué NO hacer”.

Aunque somos conscientes de muchas debilidades expresadas por el movimiento y somos los primeros en criticarlas, difícilmente podemos estar de acuerdo con la metodología utilizada por esos grupos, metodología que limita el movimiento sólo a esas debilidades, que generaliza esos puntos débiles e ilusiones expresadas sólo por una parte de los “chalecos amarillos” como si fuera la naturaleza del movimiento, un análisis que capta a la clase como algo estático, sociológico, mecánico…

No vamos a repasar todos los argumentos de la ultra-izquierda contra los “chalecos amarillos”, pero al menos tenemos que mencionar los más absurdos para responder a ellos, para situar este movimiento en el lugar correcto en la lucha de clases, para ponerlo de nuevo a caminar de pies y que no ande de cabeza… Sigue leyendo

Chalecos amarillos y lucha de clases

No son sólo chalecos amarillos, Monsieur Macron, es la guerra de clases, estúpido!. Es el viejo topo que aparece y desaparece de escena, cavando sin cesar su túnel bajo un mundo caduco y obsoleto!.

El proletariado no es una cosa, ni una identidad, ni una cultura, ni un colectivo estadístico que tiene unos intereses de clase propios que defender. El proletariado se constituye en clase mediante un proceso de desarrollo y formación que sólo se da en la lucha de clases. El proletariado, reducido en el capitalismo avanzado al estatus de productor y consumidor deviene una categoría social pasiva, sin conciencia propia; es una clase para el capital, sometida a la ideología capitalista.  No es nada, ni aspira a nada, ni puede nada. Sólo en la intensificación y agudización de la lucha de clases surge como clase y adquiere conciencia de la explotación y dominio que sufre en el capitalismo y, en el proceso mismo de esa guerra de clases se manifiesta como clase autónoma y se constituye como proletariado antagónico y enfrentado al capitalismo, como comunidad de lucha. Enfrentamiento total y a muerte, sin posibilidades ni aspiraciones reformistas o de gestión de un sistema hoy ya obsoleto y caduco

Esta noción de clase como “algo que sucede”, que brota y florece del suelo de los explotados y oprimidos, es clave. La clase no se refiere a algo que las personas son, sino a algo que hacen. Y une vez que entendemos que la clase es fruto de la acción, entonces podemos comprender que cualquier intento de construir una noción existencialista o cultural e ideológica de clase, es falsa y está condenada al fracaso.

La clase no es un concepto estático, sólido o permanente; sino dinámico, fluido y dialéctico. La clase sólo se manifiesta y se reconoce a sí misma en los breves periodos en los que la lucha de clases alcanza su punto culminante.

El proletariado se define como la clase social que carece de todo tipo de propiedad y que para sobrevivir necesita vender su fuerza de trabajo por un salario. Forman parte del proletariado, sean o no conscientes de ello, los asalariados, los parados, los precarios, los jubilados y los familiares que dependen de ellos. En Francia forman parte del proletariado los casi tres millones de parados y los veintiséis millones de asalariados o autónomos que temen engrosar las filas del paro, amén de una cifra indefinida de marginados, que no aparecen en las estadísticas porque han sido excluidos del sistema.

La democracia parlamentaria europea se ha transformado rápidamente, desde el inicio de la depresión (2007), en una partitocracia “nacionalmente inútil”, autoritaria y mafiosa, dominada por esa clase dirigente capitalista apátrida, que está al servicio de las finanzas internacionales y las multinacionales. Se produce una profunda y extensa proletarización de las clases medias, una masificación del proletariado y la erupción violenta e intermitente de irrecuperables colectivos, suburbios y comunidades marginadas, antisistema (no tanto por convicción, como por exclusión). Los Estados nacionales se convierten en instrumentos obsoletos (pero aún necesarios, en cuanto garantes del orden público y defensa armada de la explotación) de esa clase capitalista dirigente, de ámbito e intereses mundiales. Su forma de gobierno es el totalitarismo democrático: una democracia reducida a la mínima expresión de votar cada equis años, para elegir entre representantes malos o peores del capital, sin capacidad alguna de intervención o decisión en la vida social o política.

Los suburbios se convierten en guetos de excluidos del sistema, que el Estado intenta aislar entre sí, entregando su dominio a las bandas, la droga, las mafias, las escuelas, los trabajadores sociales, oenegés, etetés, prisiones y policía, para que conjuntamente impongan el control y/o sacrificio económico, político, social, moral, volitivo, y si hace falta también físico, de “todos los que sobran”, con el objetivo preciso y concreto de desactivar su potencial revolucionario, intentando convertir esos barrios periféricos en colmenas de muertos vivientes, a los que las instituciones estatales les han declarado una guerra total de exterminio y aniquilación.

La lucha de clases no es sólo la única posibilidad de resistencia y supervivencia frente a los feroces y sádicos ataques del capital, sino la irrenunciable vía de búsqueda de una solución revolucionaria definitiva a la decadencia del sistema capitalista, hoy obsoleto y criminal, que además se cree impune y eterno. Lucha de clases o explotación sin límites; poder de decisión sobre la propia vida o esclavitud asalariada y marginación.

Agustín Guillamón

[Folletos] LA SEMANA DE ENERO. A CIEN AÑOS y LA INSURRECCIÓN DEL ’19

El primer mes de este año trae consigo una negra efemérides: el aniversario de la Semana de enero, una de las huelgas más largas y sangrientas ocurridas en territorio argentino, en la semana del 7 al 14 de enero de 1919 bajo el gobierno del caudillo radical Hipólito Yrigoyen.
Hace un siglo se llevó adelante un movimiento que conmovió a la sociedad por su alcance y trascendencia. Lo que en principio aparecía como un conflicto parcial en los talleres Vasena derivó en la Semana Trágica.
Todo aparece como desmesurado en las jornadas de larga semana de enero de 1919, es que todo entonces fue desmesurado.
Compartimos entonces estos dos nuevos materiales que esperamos sean inspiradores para continuar en la lucha contra toda opresión y explotación:

 

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LA SEMANA DE ENERO. A 100 AÑOS (formato de página A4)

  • A 100 años de la Semana Trágica
  • Enero 1919, memoria de las llamas
  • La Liga Patriótica Argentina
  • Perón en la Semana Trágica de 1919
  • Vasena (tango anónimo)
  • «La algarabía de la chusma desbordada» (carta del monseñor Ussher)
  • «La Semana Trágica» (Juana Rouco Buela)
  • Testimonio de Vicente Saccomano
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LA INSURRECCIÓN DEL 19. SEMANA TRÁGICA

Publicado originalmente en Le Chien. Marzo de 2015, Buenos Aires. Se trata de una suerte de comic sobre aquellos sucesos. (Formato de página A3)

[Videopanfleto] Vamos a Iluminar la Oscuridad (2009)

A casi diez años del asesinato de Alexandros Grigorópulos a manos de la policía griega, resubimos este material realizado en el calor del momento por el grupo Anarquistas Rosario, un fiel resumen de lo sucedido aquel 6 de diciembre de 2008, y de las posteriores revueltas que se desataron durante todo el resto del mes. ¡Alexandros presente! [Temperamento Radio]

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Panfleto repartido durante las proyecciones del vídeo: VAMOS A ILUMINAR LA OSCURIDAD. Sobre las revueltas proletarias en Grecia 2008/2009. El sábado 6 de diciembre en medio de las incipientes protestas en Grecia, un policía ha asesinado de un certero disparo en el corazón a Alex, manifestante de 15 años… El policía “solo” fue el que apretó el gatillo, ya que la vida se la han arrebatado los gobernantes nucleados en el Estado con su policía, y los capitalistas con esta infamia de mundo que han creado. Esto muy bien lo han comprendido los revoltosos en Grecia, que han sentido profundamente el dolor por la muerte de ese joven proletario. Pero también han sentido el dolor causado por esta vida que se nos presenta como una imagen que no puede ser modificada, una humillante travesía por un laberinto de espejos con un muro de ladrillos como puerta de salida. Sin embargo, aún cabe preguntarse… ¿Por qué reaccionar frente estos hechos, algo que está sucediendo a tantos kilómetros de donde intentamos vivir? Porque los explotados y oprimidos no tenemos patria: el patriotismo sirve a la clase dominante para ocultar el antagonismo social en el que vivimos, es la excusa para separarnos como dominados, para que no logremos una identidad de clase. Porque nosotros fuimos, somos y seremos quienes atentan contra esta forma de no-vida. Por esto, nos solidarizamos con las personas que llevan adelante las revueltas en Grecia afirmando la vida, destruyendo lo que les destruye (y lo que nos destruye). Recuperando los alimentos hechos por nuestros hermanos, tomando las universidades para reunirse, enfrentándose a la policía, recuperando las calles, actuando fuera y contra partidos o sindicatos, mostrándonos que la verdadera organización es desde abajo. “Trabajadores, desocupados, estudiantes, encapuchados” categorizan los medios de información burgueses, para aislar y dividir: ¡¡Proletarios todos!! Decimos nosotros. En consecuencia, luchemos y organicémonos contra “nuestra” propia burguesía en “nuestra” propia región, reconociéndonos como la clase de los explotados y dominados, con la rabiosa intención de dejar de serlo. Alexandros Grigoropoulos y todos los caídos rebeldes siguen vivos en la lucha social. Salud a todos quienes se rebelan en Grecia y en todas partes del mundo.

Anarquistas Rosario. Enero 2009.

Recomendamos también los siguientes materiales

Ob Skené – La lucha de clases en Grecia – Ta Paida Tis Galarias (traducido y publicado por Klinamen)

Maderos! Cerdos, asesinos! – Crónica del diciembre griego (también traducido y publicado por Klinamen)

Así como también el Número 59 de la revista Comunismo, en el apartado de GRECIA: Catástrofe capitalista y luchas proletarias.

Técnicas de la contrarrevolución mundial en los países árabes-musulmanes

[Extraído de Su Capital # 25]

El orden reina en Siria, Yemen, Irak, Turquía, Túnez, Egipto y cada vez más. El orden, esa expresión que alude eufemísticamente al terror contrarrevolucionario o simplemente al terror cotidiano de la clase dominante contra sus dominados. Ese orden que chorrea sangre por todas partes es la obra de la burguesía internacional en su conjunto, es la consecuencia del aislamiento de la lucha y la pasividad del proletariado a nivel mundial y en menor proporción, por la obra de las distintas facciones socialdemócratas con capacidad de canalizar al proletariado en la región que aún quedan. En este último caso a costa incluso de la propia aniquilación de sus propias organizaciones, no solo física sino moral.

Como ya dijimos los países del G.7 (EEUU, Inglaterra, Francia, Alemania, Japón, Canadá e Italia), Turquía, los países del Golfo, el FMI y el Banco Mundial establecieron un acuerdo contrarrevolucionario de actuación en las revueltas en los países árabes. Se facilitaron ayudas de tipo policial, militar y de control social a todos los países de esa región, entre ellas incluso la intervención militar extranjera por parte de los firmantes. Teniendo especial atención a Túnez, Marruecos, Jordania, Yemen y Egipto. Todo para garantizar la “transición”, a pesar de la “canalla”, hacia mayores cotas de eficacia de explotación y represión. Las consecuencias de dicha política las estamos viendo todos los días, miles de jóvenes y menores marroquíes del Rif se suben a las pateras hacia la finca España con la atenta mirada, fijada en sus nucas, de los policías modernos marroquíes, asesorados por la poli española y francesa. Tras el aplastamiento de la revuelta y las continuas detenciones de los jóvenes la policía solo les da una opción “¡pirate!”. En Egipto las revueltas detonadas finalmente por las alzas de precios de los alimentos han terminado con el encarcelamiento, el asesinato, tortura y desaparición de todos los militantes de las organizaciones catalogadas como “laicas”. Tras un baño de sangre en las calles los precios de los alimentos no dejan de subir, el terror sexual como método de control social no deja de aumentar. La única oposición “real” o supuesta oposición son los islamistas armados, en el Sinaí esa “real” insurgencia se traduce en masacres indiscriminadas contra la población local de la aviación estatal y de los sicarios del Estado Islámico. Todo para eliminar a la población sufí sostenedora durante décadas de las redes de contrabando con Gaza. Gracias a la represión masiva en Egipto y en toda la región la misma Gaza es masacrada por las fuerzas de la burguesía internacional en perfecto silencio mediático. Igualmente la única alternativa para el proletariado es la huida hacia los centros donde se ha decidido su destino de miseria y represión, hacia Europa. En Libia la “transición” se ha traducido en un sistema de explotación esclavista y de trata “negrera”, gestionado por diversos señores de la guerra islámica subvencionados por la burguesía internacional. En este contexto la migración masiva no es más que una válvula de escape para canalizar al proletariado y a la población sobrante, para exterminarla de otra forma o para que cumpla otra función de propaganda a nivel interno de los países occidentales. Sigue leyendo

[Video] SANTIAGO MALDONADO, LA PRESENCIA DE UNA AUSENCIA / EL DIOS EMPRESARIAL

Video realizado en base a un artículo del Boletín La Oveja Negra nro.56, julio de 2018.

Video realizado en base a un texto de Santiago Maldonado. Extraído de su fanzine Vagabun2 de la Idea – Mendoza 2015.

[Video-Panfleto] Guerra de Clases en las Entrañas de la Bestia

Video-panfleto a propósito de los acontecimientos en Estados Unidos que giran en torno a los disturbios raciales; que más que raciales son parte de un contexto más amplio que es la lucha de clases.

Link: Para ver desde youtube

Boletín La Oveja Negra #47

-Acción directa y lucha revolucionaria.[Reflexiones necesarias sobre la protesta social, para acabar con el capitalismo y sus mediadores debemos ver más allá de ellos.] -Por una sociedad sin clases. [Sobre la lucha de los trabajadores de la educación y la educación misma.] -Desde Comodoro Rivadavia: Temporal y desastre, [pero también una organización social basada en el apoyo mutuo y la solidaridad.] -Atropello capitalista. [Acerca del todos contra todos materializado en las últimas embestidas contra piquetes y protestas.]

PDF: «La Oveja Negra #47″

Venezuela: Capitalismo y Lucha de Clases

Los tres posicionamientos que aparecen a continuación, fueron publicados desde el año 2013 al 2015 por parte de diversos compañeros de lucha. Pese a que han transcurrido dos años desde entonces, estamos convencidos de que su contenido no carece de actualidad, y por el contrario, el balance que realizan corresponde bastante a lo que últimamente acontece en aquellas tierras del mar Caribe.

Como ya es de conocimiento común, los materiales que difundimos en éste blog siempre han apuntado a salirse de la rueda ideológica que está presente por igual en los medios de izquierda y derecha. Si nuestra realidad local generalmente nos rebasa, por consiguiente lo que ocurre fuera de nuestras fronteras aun más. No obstante, limitarse a abandonar todo esfuerzo por generar crítica, divulgarla y discutirla, no tiene razón de ser. Aportes como estos no deben entenderse como algo definitivo, sino como esfuerzos que son parte de un proceso continuo, simples (pero necesarias) contribuciones para forjar alternativas de lucha propias, autónomas y verdaderamente revolucionarias a partir de la crítica radical. Evidentemente, dar una respuesta certera a todas las implicaciones que conciernen al terreno práctico de la lucha, así como las innumerables tareas que conlleva organizarla; no se resolverán en unas líneas escritas, ni se conseguirán mecánicamente ni a corto plazo, ni mucho menos con voluntarismos inmediatistas. Fracasos y descalabros constantes tendrán que ocurrir en las calles para vislumbrar avances.

Mientras tanto, esbozando un poco sobre el tema que abordamos, vemos pertinente enfatizar y sintetizar lo siguiente: Encuadrarse bajo las banderas del falso antagonismo «imperialismo yankee vs democracia socialista latinoamericana» es aceptar ciegamente marchar hacia el desfiladero, es tomar parte en un simulacro de oposición que inevitablemente nos llevará a que las cosas sigan igual (o peor que antes); por ello, cuando enarbolamos la consigna “Ni chavismo ni oposición”, no estamos haciendo uso de un simple slogan disruptivo, lejos de eso, estamos exponiendo sin tapujos una realidad que durante años ha sido mistificada y tergiversada por todas las facciones de la burguesía.

La autodenominada revolución bolivariana no se contrapone en lo más mínimo al capitalismo. El Socialismo del Siglo XXI es reformismo a secas, enmarcado en la continuidad de las tareas democrático-burguesas, es decir: la defensa de la economía, del valor, del Estado, del la patria, del progreso y el desarrollismo.

Por otra parte, ni Hugo Chavez ni Maduro han sido dictadores fascistas, muy por el contrario, son tan demócratas como sus homólogos que exigen “la liberación de presos políticos en Venezuela” (obviamente se refieren exclusivamente a los presos de la MUD). Todos los ciudadanistas/derechistas/demócratas que cínica e hipócritamente se indignan y denuncian la represión policial que lleva a cabo el gobierno bolivariano, simultáneamente en “sus propios países” ellos también fungen como cómplices, delatores, auspiciadores y hasta participes directos en la represión y masacre a los proletarios precarios, pauperizados y marginados que luchan contra la explotación y el saqueo que realizan las empresas petroleras, gaseras y mineras.

La lucha revolucionaria que reivindicamos para destruir al Capital, ha de combatir en el mismo tenor a todos los Estados nacionales, reduciéndolos a menos que escombros; sin importar el adjetivo que les caracterice, la ideología que pregonen, o el personaje o grupo que esté a la cabeza; esa es una afirmación ineludible de nuestro programa histórico.

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Crónica de estos días de saqueo y revuelta ¿O qué sigue?

Colgamos a continuación un panfleto que algunos compañeros redactaron al calor de las luchas que transcurren en esta finca capitalista llamada México. Por nuestra parte, contribuiremos a apuntar lo siguiente:

El actual proceso rebasó toda previsión en términos de fuerza, magnitud y contradicciones, por lo cual aún está en ciernes. Tal situación, hace indispensable profundizar sobre las necesidades de la lucha, extraer lecciones de los errores del pasado, además de ampliar y propagar la crítica y ruptura contra todos los aparatos e ideologías con las que la burguesía pretende encuadrarnos.

Constatamos una vez más, que el problema no radica en que “el proletariado no esté luchando lo suficiente” o sea “un agachón”; lejos de eso, la lucha está presente porque el proletariado ha respondido en la calle a los ataques que la burguesía pretende llevar a cabo mediante sus planes de austeridad, y ante eso, los aspectos cuantitativos salen sobrando, no son relevantes a la hora de evaluar la lucha. El connato de enfrentamiento con las fuerzas del orden en la localidad del Valle del Mezquital-Hidalgo, donde el proletariado bajo el grito de “Preferimos morirnos de pie que morirnos de hambre” repelió con piedras, palos y cocteles molotov a los gendarmes del Estado, es la muestra más contundente que refleja la vigencia de la lucha de clases, a su vez que evidencia la brecha irreconciliable entre las necesidades humanas y las necesidades de la economía.
El problema radica entonces, en que a pesar de lo numerosas que han sido las protestas en distintos puntos del país, es la falta de perspectivas y sobre todo la nula ruptura de nuestra clase con la condición de ciudadano e individuo civil, la que le conduce al aislamiento y a la pérdida de continuidad en la lucha. Todas esas debilidades nos cuestan el avance y nos pagan con la derrota. Es la consecuencia de todavía vislumbrar la realidad de forma mistificada y separada, alejándonos de entender el actual problema desde su raíz, es decir, desde la totalidad que es la sociedad subsumida al Capital.

Ante la represión y los incrementos de precios se propone la renuncia de un presidente; ante los disturbios, la ciudadanía clasemierdera secunda a la policía, condenando y delatando a los incontrolables; ante los saqueos, la izquierda rastrera se inventa una conspiración hablando de “infiltrados” (a la par que defiende la sacrosanta propiedad privada); ante un problema que deviene de la situación de crisis mundial de valorización, se insiste en contemplarlo desde el localismo y el nacionalismo… Y así sucesivamente, los ejemplos mencionados son una suma de las clásicas fórmulas del reformismo, condensadas y materializadas en todas las pancartas de las manifestaciones pusilánimes, en las redes sociales, en los youtubers indignados, en los periodistas y opinologos de izquierda. Toda esa amalgama posee la considerable fuerza e impacto suficiente para persuadir a que los inconformes se desmovilicen y/o deambulen a través del nefasto sendero de las súplicas (que serán calmadas con unas míseras migajas).
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[Ecuador] Sobre las protestas de agosto y septiembre. Contra el Capital-Estado, sus defensores y sus falsos críticos. Análisis y posicionamiento comunista-anárquico sobre las protestas de agosto y septiembre del 2015 en Ecuador

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El siguiente texto aborda los últimos acontecimientos en la región ecuatoriana, siendo una contribución hecha por compañeros de aquel territorio. Es imprescindible remarcar las fuertes coincidencias con lo que actualmente ocurre en otras regiones como México, Chile y otras latitudes, donde el recrudecimiento de la crisis capitalista y la embestida estatal por su restructuración ha provocado la respuesta airada de diversos sectores proletarios que, con tanta rabia acumulada y el ataque constante a sus condiciones de mera subsistencia, han decidido salir a tomar las calles y desbordar el espectáculo político/social que ha montado durante años la izquierda y la derecha del Capital. También es importante reconocer cómo se va rehabilitando la lucha de clases en estos territorios, porque querámoslo o no (y aunque nunca faltan los sempiternos negadores de ésta) las luchas que se están desarrollando parten como una respuesta a la ofensiva capitalista, es decir, contra las condiciones de vida implantadas, contra el despojo de medios de vida y el funcionamiento antisocial de la economía, contra los gobiernos de mierda y sus políticas criminales, etc. Pero eso no es todo, la coincidencia también recae en los medios por los cuales se busca imponer la contrarrevolución y/o la canalización de éstas luchas, así tenemos a la socialdemocracia y su variante «apartidista» del ciudadanismo, tratándonos de vender la idea de que estas luchas sólo son pacíficas y por demandas «justas» o “democráticas” para el “pueblo”, uniéndose en santo matrimonio con la burguesía en general para linchar a quienes no se dejan engatusar por sus mezquinos intereses, quienes se descarrían de sus rituales pusilánimes, quienes no niegan las tareas de la insurrección. Sigue leyendo