Teuchitlán es una muestra más de la putrefacción del Capital

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A comienzos de marzo del 2025 en el municipio de Tehuchitán Jalisco, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, conformado por familiares y voluntarios ocupados en la búsqueda de fosas clandestinas para la identificación de cuerpos de personas desaparecidas, se toparon con un macabro hallazgo, el cual se equiparó al de un campo de exterminio.

En el lugar de los hechos se encontraron con hornos crematorios clandestinos, restos óseos, vestimenta, calzado, cartas de despedida y varios objetos personales; que días después algunos fueron reconocidos por familiares de las víctimas desaparecidas. Se confirmó también que en esa propiedad donde se hizo el hallazgo, era un centro de operaciones y adiestramiento perteneciente al Cártel Jalisco Nueva Generación. En los días posteriores, en otros estados del país como Tamaulipas y Veracruz, otros colectivos buscadores hallaron también fosas clandestinas, sumándose a las miles de fosas encontradas en todo el país en las últimas décadas.

Desde hace años ya circulaba información en diversos reportajes acerca de la desaparición de jóvenes precarizados de clase trabajadora de entre 18 y 25 años, que eran reclutados por la fuerza por los cárteles de la droga, enganchándolos con artimañas y engaños mediante falsas ofertas de trabajo, para que, una vez acudieran a un lugar citado, fueran secuestrados para obligarlos por medio de la violencia, a trabajar para ellos[1]. En este sentido, dichos hechos arrojan por tierra el mito de que ser sicario era sinónimo de una vida de lujos y exceso (viajando en autos de alta gama, derrochando el dinero en fiestas, rodeados de mujeres, mascotas exóticas, joyas y alcohol fino), el cual ha incentivado a muchos jóvenes de zonas rurales y marginadas a unirse a las filas de los cárteles. Con el paso de los años se demuestra que ha perdido cierta credibilidad, pues los miles de muertos, desaparecidos, desplazados y familias rotas no han sido en vano y sirven de ejemplo para no tomar parte en ese negocio. Es por esto mismo, que estas mafias organizadas no tienen otra opción que recurrir a métodos cada vez más deleznables para reclutar gente que haga su trabajo sucio.

Por otro lado, la respuesta del gobierno oficial y de la izquierda nauseabunda encabezada por MORENA y los simpatizantes que le dan su “apoyo crítico”, ha sido la del negacionismo de los hechos, con un alto grado de cinismo, deslindándose de toda responsabilidad y acusando de “complot y conspiración” “orquestado por la oposición derechista para deslegitimar su gobierno”. De más está decir que poco o nada le importan los asesinatos y desapariciones, ni mucho menos dar con los culpables.

No nos extraña tal posicionamiento proveniente de una izquierda mojigata delirante, socia y servil de los grandes capitalistas nacionales y extranjeros. El actual gobierno, que se jacta de ser “progresista” y brindar “apoyos sociales”, lejos de ser la caricatura que nos pintan los derechistas que lo acusan de ser un “gobierno socialista” y hasta “comunista”, en los hechos reales no busca trastocar siquiera un poco la estructura económica y social, sino por el contrario, se ha encargado de impulsar proyectos de desarrollismo capitalista urbano y de “seguridad”[2] que solo benefician a los intereses de los sectores empresariales y conglomerados nacionales y extranjeros (turísticos e inmobiliarios), a costa de la destrucción de la naturaleza y el desplazamiento forzado de poblaciones[3]. Sigue leyendo

NARCOTRÁFICO Y CAPITAL

Extraído del boletín La oveja Negra #79

Es por sus aspectos más superficiales que el narcotráfico llega a la discusión pública y a la prensa. Intentaremos atravesar la superficialidad del asunto. El narcotráfico es un síntoma de la situación económica que está causando estragos en el tejido social a lo largo y ancho del país. Inseparable de los graves y generalizados problemas de adicciones, se trata de un fenómeno que crece en la sociedad capitalista. Buscaremos abordar este problema social desde un punto de vista de clase.

La droga es otra mercancía producida y distribuida según los criterios de la sociedad capitalista. De hecho, antes de ser prohibidas, algunas drogas eran producidas por laboratorios y vendidas como productos farmacéuticos.

La heroína y la cocaína, desde principios y mediados del siglo XIX respectivamente, fueron desarrolladas y producidas a escala industrial en decenas de países por empresas químicas y farmacéuticas. Ambas eran ampliamente prescritas, suministradas en hospitales y recomendadas por la medicina moderna, fundamentalmente para continuar con el trabajo o soportar dolores de heridas producidas durante las guerras. La fuerte dependencia fisiológica provocada por estas nuevas mercancías generó en los soldados y explotados en general, la veloz formación de un mercado cautivo. A través de las épocas y cambios culturales, el tráfico, las drogas legales e ilegales y los adictos han existido y tomado diversas formas hasta llegar al modo que hoy conocemos. Sigue leyendo