[Asamblea] “Imagina esto: los gobernantes inician una guerra – ¡y nadie va a la guerra!”

  • Para quién el desastre y para quién la salvación. La movilización forzada y la deserción masiva en Ucrania vuelven al centro de la agenda
  • Durante el largo y caluroso verano, los soldados ucranianos y rusos batieron récord de aumento deserciones
  • ¿La hora de la fragmentación? El asesinato de Farion en el contexto de los procesos de descomposición de los ejércitos beligerantes

Para quién el desastre y para quién la salvación. La movilización forzada y la deserción masiva en Ucrania vuelven al centro de la agenda

Fuente en ruso: https://assembly.org.ua/vsyo-treshhit-po-shvam-opaseniya-razvala-fronta-usilivayutsya-s-rostom-dezertirstva-i-busifikaczii/

El comienzo del otoño ha estado marcado por el deterioro de la situación en los frentes de Ucrania. Día tras día se desmoronan las defensas en la región de Donetsk, en la región de Kharkov las tropas rusas se acercan al río Oskol entre Kupyansk y Borovaya, y en la región de Kursk también han recuperado el control de varios asentamientos, aunque el ejército ucraniano sigue atacando en algunos lugares. La euforia de la victoria ha sido sustituida de nuevo por la rabia, y allí donde hay derrotas, aumenta la presión sobre los “enemigos del pueblo” internos.

En las redes sociales se siguen viendo casi a diario escenas de movilización en Járkov y la región. Se retuerce a alguien en el suelo, que supuestamente le pertenece, o se le sube a un coche en brazos, o las mujeres han golpeado a su víctima. El 6 de septiembre, un oficial del TCZK1 golpeó a un transeúnte cerca de la entrada de la calle Amosova en Saltov (Korchagintsev) supuestamente porque “se negó brutalmente” (¡sic!) a mostrarles sus documentos. Con el comienzo de la invasión ucraniana de la región de Kursk, este tipo de contenido se redujo mucho, porque la atención del público se desvió temporalmente. Y ya a finales de agosto todo esto volvió a la rutina diaria. Y es que los TCZKistas sudan, ¡y sus clientes son los que no participan!

A menudo se oye que los cazarrecompensas van armados, por lo que no se puede ir contra ellos con las manos desnudas. Según las estadísticas de Opendatabot, publicadas el 12 de septiembre, desde el comienzo de la guerra a gran escala hasta principios de este mes, en Ucrania se buscaban 270 mil armas. Van desde ametralladoras y lanzagranadas, pero lo más frecuente es que se pierdan o roben AK-74 y fusiles de caza. Los líderes absolutos son las regiones de Donetsk y Zaporizhzhya (52.628 y 31.984 ejemplares, respectivamente), la ciudad de Kiev (27.159), seguidas de las regiones de Lugansk, Khárkov y Sumy (unas 20 mil armas en cada una). Las cifras son decentes incluso para los estándares de 1918. Es decir, hay armas de sobra, no hay nuevos Makhnovistas dispuestos a garantizar la seguridad de sus calles y barrios – es mejor venderlas en el mercado negro o simplemente esconderlas. La infografía está aquí; confirma lo que “Asamblea” informó a mediados de verano sobre la disponibilidad de armas de fuego. Sigue leyendo

[Octavilla] No nos callarán. Hablaremos por nuestros muertos.

No. Lo sabemos bien. Los centenares de muertos y desaparecidos no son producto de la naturaleza descontrolada. No es el resultado de una fatalidad ante la que nada se podía hacer.

No nos contentamos con la explicación “meteorológica”, los litros caídos, los ríos desbordadosLas causas son profundas, tienen que ver con los fundamentos del capitalismo: cómo hacina a los trabajadores en zonas marginales y de menor renta de las ciudades para mejor explotarlos, o cómo protege y privilegia la actividad productiva y comercial, sin importarle dejar a todas las personas desprotegidas, al albur de su suerte en medio del temporal.

También están sus “gestores”, diferentes perros con el mismo collar. En esta ocasión, estos mierdas, estos donnadie, se llamen Mazón o Sánchez, más algún Borbón, suman a sus títulos habituales de lacayos el ser responsables de las muertes y la tragedia vivida. No nos olvidaremos de sus nombres, y en la primera ocasión se lo haremos pagar.

MOTIVOS DE LA MASACRE

Entre los elementos que propician la masacre, que en otro tipo de sistema social podría haberse evitado, se encuentran el desarrollismo y la construcción absurda y desaforada, que es la forma que tiene el capital de acercar a los trabajadores a las urbes donde se concentra el trabajo y el consumo, sin importar dónde y cómo se construyó, con calidades ínfimas y en espacios naturales por donde el agua y los ríos han fluido siempre naturalmente. También está la tendencia catastrófica a que nos conduce el capitalismo con el cambio climático, porque aunque la gota fría ha existido siempre en estas regiones, las elevadas temperaturas del mar Mediterráneo debidas al calentamiento climático hacen que la intensidad y la frecuencia de las lluvias torrenciales sean cada vez mayores. La falta de prevención también ha formado parte de la masacre, una de las partes más crueles y al mismo tiempo que más evidencia las prioridades de todos los Estados en el capitalismo: que los proletarios vayan a trabajar, que sus hijos vayan a la escuela y que el mundo de la mercancía y el valor no se altere, caiga quien caiga.

Y una vez consumado el crimen, se remata con el caos en la atención a las víctimas, sin apenas ayuda estatal hasta el 5º día y poniendo trabas a la autoorganización. El Estado deja a las claras que su función no es el “cuidado” de la gente sino el cuidado del mundo del dinero,

de la mercancía y de las clases dominantes, y en cualquier caso el control y la represión de cualquier intento de organización desde abajo, de la solidaridad humana.

AUTOORGANIZACIÓN ESPONTÁNEA

El capital y sus medios no se cansan de repetir que los seres humanos somos egoístas por naturaleza. Quieren poner en nosotros lo que ellos son, lo que su sistema de explotación, su sistema de clase, representa.

Lo que no van a poder ocultar es la acción solidaria y la autoorganización de la gente en medio de la tragedia frente a la brutalidad de un sistema que odia la vida. Contrariamente a lo que predican, hemos visto miles de hombres y mujeres ofrecer su ayuda desinteresada y apasionada en las zonas afectadas. No pueden soportar ver cómo en los pueblos y ciudades la gente se organiza para satisfacer sus necesidades sin esperar a que el Estado haya dado la voz de mando. Esto es lo que les asusta: que no suene la caja registradora, que muchas mercancías se hayan convertido en valor de uso, para ser disfrutadas sin ser compradas. Los capitalistas y sus medios de comunicación, esa carroña servil y bien pagada, han salido rápidamente a denunciar el robo y el saqueo de sus propiedades. El Estado solo aparece para defender a sangre y fuego la propiedad privada.

¿ESTO NOS PASA POR UN GOBIERNO FACHA?

A estas alturas la respuesta es obvia, esto nos pasa por vivir bajo la bota del sistema capitalista, sean sus gestores políticos de derechas o de izquierda.

Quienes ahora convocan manifestaciones contra el gobierno “facha” de la Generalitat desde la izquierda del capital son oportunistas que tratan de sacar rédito político de nuestros muertos, de nuestra miseria. Tanto partidos políticos de izquierda como sindicatos son igualmente culpables y responsables de fomentar y gestionar un desarrollismo desaforado, de espaldas al territorio natural, en el que lo único importante es acumular capital y extraer plusvalía a costa del proletariado. Ambos son los intermediarios necesarios tanto política como ideológicamente, fomentando la ilusión de que este sistema se puede reformar y hacerlo más “humano”. No se les puede pedir que sean otra cosa que lo que son.

Toca llorar a los seres queridos desaparecidos, recuperar sus cuerpos, dar digna sepultura a los fallecidos. Toca también apretar los puños y los dientes. Pero por encima del aluvión de sentimientos, toca comprender en profundidad las causas reales que han provocado la tragedia. Lo esencial es que el capitalismo no puede parar la actividad, los trabajadores deben producir en sus puestos de trabajo, y los “ciudadanos” consumir las mercancías producidas. La rueda de la valorización capitalista no puede ser parada, al precio que sea, incluso convirtiendo los pueblos en inmensas ratoneras.

Ante tanto dolor, tanto sufrimiento, reconforta ver la solidaridad que se ha extendido por todos los sitios. Por fuera del Estado y todo tipo de administraciones, las personas se reconocen como iguales, como hermanos en la desgracia. Necesitamos focalizar bien esta energía. Vienen días complicados, en los que a la impotencia ante tanta destrucción se añadirá la acción de todos los sostenedores del sistema, desde la extrema derecha con sus soluciones “nacionales” y racistas, enarbolando un supuesto “pueblo” que nos engloba a todos, a la extrema izquierda, con “nuevas” propuestas de reformas “radicales” y su acoso a la derecha.

Pero hay otra opción. Llevar la reflexión a nuestro entorno, en el trabajo, en clase, entre amigos y familiares. La tragedia nos concierne en lo que somos como proletariado, no importa de qué sector. Discutir a fondo las causas reales, situando el análisis sobre las leyes capitalistas en el centro del debate. No hay medias tintas, no hay soluciones intermedias. Todo lo que no sea atacar de raíz al sistema capitalista es perpetuar sus efectos devastadores en todas y cada una de sus manifestaciones.

El barro será limpiado, los coches y mobiliario retirado. Ojalá de ahí emerja una nueva conciencia de clase que honre a todos los muertos, actuales y pasados, que grite a nuestros enemigos, toda esa cohorte de politicastros, policías, empresarios y mendigos del sistema capitalista, que lo que queremos es una comunidad sin capital, sin dinero ni mercancías, sin Estado. Que queremos el comunismo.

Porque a nosotros no nos callarán, nosotros hablaremos por nuestros muertos.

Grupo Barbaria – Noviembre 2024

[AW2024] Informe de Praga

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Sobre la semana de acción y el congreso contra la guerra / Praga / 20-26 mayo 2024 / “Juntos contra las guerras capitalistas y la paz capitalista.”

Primer breve intento de evaluar un experimento lleno de promesas… pero que resultó ser un fiasco organizativo

A MODO DE “PREÁMBULO”

Empecemos por situarnos. Era una tarde de otoño, estábamos unos cuantos camaradas reunidos en torno a una mesa, degustando unos platos que llevaban horas cociéndose a fuego lento, saboreando unas cervezas locales u otras bebidas sin alcohol (dependiendo de los gustos y elecciones de cada uno), y charlábamos sobre los últimos acontecimientos en la guerra de Ucrania, los sucesos en Israel y Gaza, y más prosaicamente, el rumbo cada vez más marcado hacia la guerra generalizada. Aparte de y en oposición a todos los análisis geoestratégicos propios de la burguesía y la extrema izquierda del capitalismo, lo que enfatizábamos por encima de todo era la necesidad de organizar y coordinar, en resumen, ¡de centralizar a nivel internacional una auténtica actividad revolucionaria y derrotista contra la guerra y la paz capitalista!

Así pues, preveíamos un encuentro internacional entre varios grupos y camaradas que ya conocíamos y con los que ya habíamos tenido la oportunidad de asumir una serie de tareas prácticas: debates internacionales, traducción de diversos materiales programáticos así como de materiales de agitación y propaganda, publicación y distribución de numerosas contribuciones, etc. sin ningún espíritu sectario o partidista. Una reunión de un máximo de dos días, durante un fin de semana, nos pareció no sólo apropiada para este tipo de encuentro, sino que también correspondía a las débiles fuerzas militantes que nosotros, y suponemos que otros camaradas, tenemos en este periodo en el que el proletariado no tiene aun globalmente la iniciativa, y en el que las minorías revolucionarias consecuentes son poco numerosas y están muy aisladas en relación con el resto de nuestra clase.

Pero muy rápidamente, los compañeros que iban a organizar este evento en Praga empezaron a pensar “más grande” (demasiado grande, lo sabremos más tarde). Al encuentro internacional inicial se unieron ahora una (“pequeña”) feria del libro anarquista y un “concierto de bienvenida”. Así que aquí estamos ya con tres eventos, una tarde y dos días completos.

Muy rápidamente también, estamos tratando de reaccionar y destacar lo que creemos que es esencial, para nosotros y para las necesidades activistas que queremos satisfacer. Esto es lo que escribimos a los camaradas que iniciaron la organización:

Lo más importante para nosotros en vuestra propuesta es la “conferencia no pública”, es decir, una discusión práctica sobre cómo organizar actividades revolucionarias derrotistas.

De este debate esperamos lo siguiente:

  • que contribuya a la consolidación y organización de las fuerzas revolucionarias y de clase y aumente las posibilidades de acción en la lucha contra la guerra y en la lucha de clases en general;
  • que nos ayude a coordinar nuestra respuesta a la guerra como ataque del capital contra el proletariado: panfletos conjuntos y campañas de agitación simultáneas, intercambio de información y sugerencias, relaciones y acción práctica;
  • que nos ayude a clarificar aún más nuestro programa de clase, no sólo en lo que se refiere a la lucha contra la guerra capitalista, sino también en lo que se refiere a la lucha por la realización del proyecto comunista de comunidad humana, del que es parte integrante.

Creemos que es necesario que sólo participen en esta “conferencia” aquellos individuos y grupos que no sólo suscriban los puntos del programa propuesto, sino que sobre todo los pongan en práctica. No nos preocupa el acuerdo teórico sobre puntos concretos, sino la actividad práctica de los participantes individuales.

Lo que está claro, y hoy más que nunca nos criticamos por ello, es que no fuimos lo suficientemente firmes para imponer lo necesario y rechazar lo superfluo, lo accesorio, dejamos que las cosas fueran demasiado lejos y que la estructura de los camaradas siguiera su camino “libre”. Luego vino el plan de una “semana de acción” con diversas actividades repartidas en varios días, y una “conferencia no pública” como colofón. Como extra, los organizadores querían incluso convocar una manifestación callejera. Nos dijimos que si nosotros (nuestra pequeña estructura militante) no éramos capaces de organizar tales acontecimientos, sin duda (más que probablemente, pensábamos) estos camaradas en los que confiábamos plenamente sí lo eran… La forma en que se desarrollaron los acontecimientos demostró que estábamos equivocados… Sigue leyendo

[AW2024] Sobre un Encuentro Antimilitarista en Praga en mayo de 2024, la Semana de Acción

Siempre pensé que todo el mundo estaba en contra de la guerra, hasta que descubrí que hay quienes están totalmente a favor, sobre todo quienes no tienen que ir a ella.” Erich Maria Remarque

Desde el comienzo de la invasión/agresión de las fuerzas armadas rusas en Ucrania – aunque el conflicto allí no empieza desde el 2022, sino desde el 2014 – muchos grupos, partidos, organizaciones, iniciativas, individuos de la izquierda radical del capital se han unido, formal o informalmente y según su posición/teoría/ideología, a una de las partes beligerantes y han justificado esta guerra. Esto significa justificar y defender ideológicamente los intereses de una facción del capital.

Ya sea la llamada posición “pro-rusa”, que no es suficientemente criticada, que se define a sí misma como la posición anti-imperialista, que está muy extendida mundialmente y legitima la invasión del ejército de la Federación Rusa en Ucrania cercando a los Estados miembros de la OTAN. Según este punto de vista, se trata de una guerra contra el imperialismo de la OTAN, es decir, EEUU y sus títeres. En esta narrativa, sólo el imperialismo juega un papel, las limitaciones del capitalismo que lo preceden no juegan ningún papel en absoluto. Qué malvado es Occidente.

O la llamada posición “proucraniana”, que también se critica demasiado poco, que también se define como una posición antiimperialista, sólo que con el añadido de la llamada liberación nacional, como liberación final del yugo imperialista ruso, que debe defenderse de las limitaciones imperialistas deterministas de Rusia. Como si se tratara de una guerra contra el imperialismo ruso, que intenta conseguir un nuevo imperio por la fuerza de las armas. En esta narrativa, ni el capitalismo ni las limitaciones imperialistas que van de la mano con él desempeñan papel alguno. Qué malos son los rusos.

Y por último, la posición llamada “pacifista”, que no anhela otra cosa que la guerra pacífica del capitalismo, en la que miles de refugiados se ahogan en el Mediterráneo, miles y miles de refugiados, empujados por la miseria, el hambre, los desastres medioambientales – todos ellos causados por el capitalismo – cruzan el Sáhara y son arrojados por los contrabandistas por el camino, miles en todo el mundo mueren de hambre, son explotados, etc. Esta posición quiere el fin de los conflictos armados y militares y de las guerras, pero no hace nada con sus causas. Esta posición piensa que el capitalismo puede llevar a cabo sus masacres sobre todas las especies de este planeta sin la fuerza armada. Porque la paz no es más que un alto el fuego en una guerra sin fin. Esto es lo que nos enseña la historia, esto es lo que nos enseña el dominio del capitalismo. Sigue leyendo