Colgamos a continuación un conjunto de textos aparecidos en el boletín Su Capital (N° 20, 21 y 22), publicado desde el vertedero asturiano. Del cual remarcamos las posiciones revolucionarias, ya que hoy en día continúa siendo una gran tarea a contracorriente la crítica y el combate a todo el flujo de oportunismo, revisionismo y democretinismo reformista-pusilánime al que asistimos. En este sentido saltan a la vista algunos de los casos más conocidos para ejemplificar la podredumbre referida: Grecia con Siryza, España con Podemos, Venezuela con Maduro y en México el EZLN-CNI con su tentativa de incorporarse de lleno al entrismo parlamentarista. El combate contra la socialdemocracia es sin duda una tarea invariante; e ignorarla solo nos conducirá a las trampas de siempre: la derrota, traducida en normalidad ciudadana (explotación brutal en beneficio del Valor). Sirva de paso el compilar algunas capturas de las mejores perlas que la burguesía (aún la más mojigata), podrá encontrar en una de sus estructuras que le ha desempeñado un gran servicio a su favor. [Materiales]
¿Más de 200 años de desilusiones parlamentarias no son suficientes?
(La contrarrevolución se adapta)
1.1 – Sí, sí Podemos hacer equilibrismos para parar la revuelta.
Desde mediados de 2014 observamos una estrategia de la contrarrevolución burguesa que está dando sus frutos de desmovilización y pacificación de los proletarios sometidos al hambre en la finca española. Esta estrategia es la vieja, casi arcaica, promoción de las falsas ilusiones emancipadoras a través del viejo parlamentarismo.
La incipiente agitación proletaria que tuvo su expresión más clara en el efecto contagioso de la revuelta del barrio Burgalés del Gamonal, hizo reflexionar muy seriamente a las mentes pensantes de la contrarrevolución. Quizás sería bueno retrasar los métodos más sangrientos de represión hasta que el proletariado estuviera lo suficientemente debilitado por el hambre. Por otra parte no sería conveniente una refriega frontal entre la burguesía y ciertos sectores del proletariado en las grandes ciudades al mismo tiempo que la agitación en los países árabes aun no fuera sofocada.
Al mismo tiempo que se planifica la carnicería en base al arsenal jurídico, se reforzará materialmente y en cuanto a experiencia convenientemente al ejército y a las unidades valiosas de la policía. Desmovilizar al proletariado aun más no sobraría, no solo para ganar tiempo, sino también para ahondar en su indigencia intelectual y práctica con respecto a la insurrección proletaria. Y esta indigencia de conciencia de clase solo puede ahondarla más si cabe la socialdemocracia. Pero es cierto que las viejas organizaciones socialdemócratas para la desmovilización del proletariado estaban ciertamente agotadas, muchas difícilmente recuperables y otras totalmente desacreditadas fuera de un papel meramente mafioso.
Era necesario crear nuevas falsas expectativas con los viejos métodos. Luego es evidente que lo que había que hacer, era crear una socialdemocracia con apariencia nueva (dado que los métodos serían los mismos). Crear una nueva marca era lo fundamental, a la par que esta se creara una estética y fraseología para poder decir lo mismo pero sin que pareciera lo mismo.
Podemos surgió desde el poder de los medios burgueses con toda una hueste de izquierdistas que permanecían en la sombra, entre bastidores, como asesores y escribe discursos. Otros eran los izquierdistas proudhonianos pequeñoburgueses maltratados por el gran capital que surgieron en el 15m. Algunos otros eran directamente publicistas. Todos ellos tuvieron el encargo de resucitar al viejo Frankestein de la burguesía prusiana, la socialdemocracia. Crear nuevas formas de expresión, comunicación y márquetin para resucitar la fe en el proletariado sobre las cualidades mágico religiosas emancipadoras del parlamentarismo burgués. Para ello atrajeron simpatías a través de cooptar a tontos útiles o a proletarios que ya estuvieran organizando en la calle la resistencia (aunque lastrada por la ideología ciudadanista y pacifista).
Sacaron de las calles a gran parte de los nuevos incipientes militantes proletarios y los pusieron a construir un viejo partido socialdemócrata con nuevas formas de expresarse. Esas nuevas formas de expresarse no son más que una evolución lógica de las teorías leninistas de la conciencia nula del proletariado y de la conciencia científica del partido. Estos leninistas modernos hoy renuncian a inculcar cualquier tipo de conciencia de clase al proletariado, porque es inútil, comparten con el resto de la burguesía su desprecio hacia las clases bajas e incultas. Simplemente consideran que todo lo que hay que hacer es ilusionarlo con falsas promesas aprovechando su angustiosa situación, apuntalándose en la cada vez mayor represión. La ideología de la salvación individual, inculcada durante siglos por la burguesía, hace el resto para hacer pensar a los proletarios que su salvación ahora sí está en el parlamentarismo. La sutil diferencia entre ahora y antes solo se expresa en el cambio de unas cuantas palabras. La utilización de términos inconcretos positivados por la burguesía y el abandono de otros descalificados por el uso y abuso de ellos por la burguesía socialdemócrata. De proletariado se pasa a gente, de revolución se pasa a “construcción del futuro”. Se afirma que son nuevos términos que entiende mejor la “gente” pero en realidad no son más que un culto ridículo a lo moderno, que no es otra cosa que lo viejo envasado en un nuevo envoltorio. Como el término propositivismo, una forma nueva de definir el gestionismo de la miseria dentro del capitalismo. Sin duda los viejos proudhonianos desde sus tumbas del siglo XIX lanzan besos efusivos a los charlatanes de podemos y a sus apoyadores críticos. Montado todo este tinglado y evidentemente teniendo el éxito que ha tenido solo queda que ciertos sectores de militantes veteranos se unan a una especie de hueste de apoyadores críticos que lo único que hacen es apuntalar la desorientación del proletariado.
En cuanto a los sectores recalcitrantes del proletariado, los mecanismos clásicos del Estado tienen la receta conveniente. Una vez aislados y desconectados de la tendencia general del proletariado se tendera a estigmatizarlos, desacreditarlos y aplastarlos, véase la Operación Pandora y Piñata. Por otro lado si no pueden ser aislados serán reprimidos con rapidez, alevosía y nocturnidad, aprovechando que la mayor parte de los solidarios están esperando cada día que pasa la hora de votar. Ese es el caso de los desalojos en Madrid de proletarios especialmente combativos. Mientras que en otros casos a pesar de la fuerzas locales de ciertas expresiones de revuelta proletaria, las luchas son ahogadas igualmente por el aislamiento y la desmovilización generalizada fuera de ese ámbito local y el cerco militarizado de fuerzas policiales desproporcionadamente numerosas. Este es el caso de los disturbios de 2015 del Gamonal (Burgos) contra los nuevos pelotazos urbanísticos a favor del señor del ladrillo de turno.
Luego lo verdaderamente importante de Podemos y la ola de momificado propositivismo militante, no es que no vallan a cumplir todas las cosas que ya prometieron en su día sus viejos antepasados. Lo fundamental es su función represiva de la lucha proletaria, práctica y organizativa, a corto o incluso a medio plazo. Aunque a la larga no podrían frenar la revuelta de subsistencias. No tienen ni los recursos ni el tiempo que tuvo Hugo Chávez, más bien la situación del capitalismo ésta demasiado madura en la finca española.
1.2 – La fortaleza de Pedro (Stipras) y Pablo (Iglesias) con sus viejos cañones protegía el palacio de invierno de los zares.
La contrarrevolución tiene muchos acólitos, la profesión de apagafuegos, represor o protector del mundo existente tiene siempre colas y colas de aspirantes. La socialdemocracia histórica, arcaica y mohosa ha sido siempre una de las mejores herramientas de la burguesía para defender sus palacios. Los viejos cañones de las fortalezas no son actualmente operativos pero los viejos socialdemócratas proudhonianos, kautskistas o leninistas son la mejor batería anti-insurrección. La ignorancia y la ideología de la salvación individual hacen que siempre que el matadero capitalista está cerca, sean los socialdemócratas los que guíen a los borregos ciudadanos hacia él. Al estallar la matanza de proletarios de la llamada “primera guerra mundial”, eran los socialdemócratas los que llamaban a los proletarios a matarse los unos a los otros por sus patrones respectivos. Hoy son los socialdemócratas con bonitas palabras los que justifican la supervivencia indigna de los proletarios. Con la supuesta escusa de que las medidas neoliberales ya no serán neoliberales, sino que serán social liberales. Que las empresas privatizadas serán nacionalizadas para hacer exactamente lo mismo, pero la mayor parte de las veces ni eso, se quedan en promesas.
Los santos varones cristianos-pacifistas de la izquierda una vez llegados al poder defienden el monopolio de la violencia del Estado y ensangrientan las calles con la sangre de los que no se conforman con la misma mierda de distintos colores. Defienden igualmente el imperialismo burgués y la guerra como forma económica de reactivación del capitalismo. Una y otra vez hacen siempre las mismas cosas y los mismos proletarios les siguen para según escapar del caos y la anarquía capitalista. Prometen gestión capitalista racional a la prusiana, prometen respetar la dignidad de los ciudadanos de tal o cual país. En algunas ocasiones cumplen algunas de sus promesas como el Partido Nacional Socialista Alemán de la década de 1930 que explotaba a los buenos alemanes “solo” en el destajo para matar gente y saquear.
Pedro y Pablo (santos) Stipras y Pablo Iglesias, Grecia y España. Salvadas de la caspa, la gomina y los tintes de calva con brillantina. Salvadas de la gestión del capitalismo por parte de viejos pederastas, para que sean gestionadas dentro del capitalismo por jóvenes carrozas con teorías progres de finales del siglo XIX. Eso sí con nueva fraseología. Por ejemplo el gestionismo de la miseria, gestionado por los miserables, eso es propositivismo.
Los sacrificios por la economía no se llaman sacrificios por el socialismo a venir, después de desarrollar el capitalismo (palabrita de Lenin), ahora son irremediables imposiciones de este mundo malvado. Los impuestos indirectos para los pobres no son colectas para los más pobres, son profondin para ponerles empresas a los más pobres. Por supuesto estas colectas terminan pagando generalmente cañones de agua o armas mortales de mayor entidad.
En Grecia el señor carroza de la vieja socialdemocracia pide que le revoten una y otra vez para dar una nueva vuelta de tuerca más en el exprimidor de proletarios que es el Estado de los capitalistas. No tiene reparo en una vez llegado al poder, convertirse en el representante del partido del orden. Ningún escrúpulo en pedir asesoramiento a los asesinos de proletarios de la finca israelí, precisamente para prepararse mejor para matar a los proletarios en la finca griega. Pide paciencia a los que mueren entre la miseria y el miedo. Paciencia eterna hasta que el cielo se lo pague.
Mientras que Pablo, el gran pastor de las ovejas descarriadas, aleja a estas del “terrorismo” (de los gritos, los insultos, los piquetes en las calles…). Los dirige hacia la paz de espíritu y la mansedumbre para que de su sangre se puedan alimentar los capitalistas sin sobresaltos. Un pastor como los pastores de los partidos “comunistas”, como los maduros, los correas, las dilmas… y un largo etc. Pero a éste como los carrillos (asesino de militantes “comunistas”) y los demás policías rojos del capital de la finca española, le espera un futuro de charlatanería, simposios, premios y demás cosas que hacen los burgueses jubilados. Contrariamente a otros gestores del capital pintados de rojo o morado, Pablo no reinara en este mundo. El ya ha hecho su trabajo, sacar a la gente de la calle para llevarla a las urnas, antesala del matadero del capitalismo catastrófico. Sus ridículos aspavientos no son más que torpes manotazos que lo hunden más en la mierda del viejo potaje socialdemócrata oportunista. Pablo dentro de unos meses será otra vieja gloria más entre los discípulos de Lenin, discípulo a su vez de Kautsky padre de la socialdemocracia.
Pero lo relevante es saber ¿hasta cuando los proletarios, negados como ciudadanos o pueblo uniforme se dejarán abatir por la vieja artillería de la fortaleza socialdemócrata? ¿Cuando los proletarios salvajes como los marinos de Kronstadt asalten la fortaleza de Pedro y Pablo de la socialdemocracia que guarda el palacio decadente de los miles de burgueses tiranos despóticos?
1.3- Pablo Iglesias: “soy socialdemócrata… (que pasa)” “el margen de cambio, en la política de gobierno es muy pequeño”.
Parece ser que los esfuerzos realizados por los animosos carrozas de Podemos para sacar a la plebe de las calles no han sido suficientes. Se necesita ganar más tiempo, el desastre capitalista avanza, se avecinan más recortes de salario nominal y real. La plebe no puede desesperar, hay que redoblar los cantos de sirena parlamentarista para ahogar a la “canalla/chusma” en el apoyo crítico al liberalismo estalinista.
La burguesía autodenominada española no tiene más remedio a corto plazo que perseverar en lo que le ha funcionado para mantener el orden. Las razones del éxito de Podemos (SI, SI, éxito!) frente a la burguesía que lo promociona se pueden ver por todas partes. Por ejemplo miremos a la finca francesa. Mientras que la finca francesa es azotada sin cesar por infructuosas ofensivas de terror estatal, yihadista, antiterrorista, pacifista y legislativo; el proletariado por su parte se caga en el pacifismo terrorífico, en los orcos yihadistas, en la ley y el orden burgués. La virulencia de la revuelta del proletariado contra los planes de aumento de la tasa de explotación (reforma laboral) no hizo más que crecer durante cuatro meses. La separación propagandística de manifestantes violentos y pacíficos durante meses, se cayó de podrida.
Los servicios de orden (represión sindical) se entregan a la cobardía ante el enemigo o incluso fraternizan. No hay recambio al partido sociata francés, el proletariado en las manís escupe cada vez más hacia el parlamentarismo y el sagrado trabajo. Esto a pesar de otras debilidades.
En la finca francesa [los capitalistas] escogieron el miedo exclusivamente, al fallar el neoizquierdismo, como forma de canalización ante el forzoso desastre capitalista. Pero en el caso de la península ibérica los gestores del capital han escogido una táctica de acoso a tres bandas, represión hasta la involución, involución inducida intelectual y emocionalmente, y bombardeo de mercancías de la esperanza (esperanza parlamentaria). La esperanza es el arma más devastadora de la historia “porque nunca se pierde”.
Podemos ofrece esperanza y algunos puestos de trabajo para los inadaptados como alternativa al aplastamiento cotidiano de las necesidades de la economía. Todos aquellos que no se dignen a agarrar el esperanzador salvavidas que les lanza Podemos “serán engullidos por el mostro marino de infinitos tentáculos de la represión del Estado”.
Lo que propone el Estado capitalista con podemos es que los proletarios negados, los perdidos o derrotados agarren la esperanza. Que queden adheridos, agarrotados por el miedo e inmóviles abrazados por la esperanza y que poco a poco se vallan hundiendo en el desastre capitalista. Que su dignidad se hunda cada vez más, que su expectativa de supervivencia se hunda, que sus vidas se apaguen incluso, inmóviles agarrados a la esperanza.
Un ejemplo del modelo de gestión de esta “nueva” socialdemocracia que solo pretende trabajarse las mentes aturdidas de los desechados o de los subempleados, lo podemos extraer de la práctica de la PAH. La ong contra los desahucios que ha conseguido que los propietarios de las viviendas cobren un porcentaje, igualmente abusivo, de la renta de los inquilinos similar al que cobrarían en otro tiempo, pero en porcentaje. Es decir ha adecuado la gestión de la apropiación de las rentas del trabajo al contexto real de miseria del proletariado actual. La PAH no le da viviendas a la gente que no tienen salario, lo que hace es adecuar las rentas al salario que percibe el proletario hoy. Por otra parte no ha frenado los suicidios de los desahuciados, solo los ha ocultado ya que ahora esas personas se suicidan por que según ellos “están mal de la cabeza” “ya están socialmente atendidos, para que se suicidan”. Algo similar sucede con los “fallecidos por muerte natural-policial” en desahucios, la PAH se limita a canalizar y desmovilizar cualquier reacción.
El balance de la PAH es simplemente la gestión de la miseria capitalista y la defensa de la conciliación publica entre oprimidos y opresores. Bueno eso es lo que ha hecho siempre la socialdemocracia histórica.
Para el Estado capitalista Podemos es una herramienta de supervivencia como lo pueden ser los tanques o la ideología narcisista (individualismo burgués). La ideología de la esperanza en grado cada día más absurdo.
1. 3 – Esperanza, esa mega pija con gafas de pasta gorda.
El texto anterior se elaboró mayormente unos días antes de que conociéramos la existencia de la cartita abierta de Podemos a la burguesía progre decrepita, con motivo de las segundas elecciones generales. Así que lo de la esperanza es casual o profético. Por otra parte esa carta de propaganda electoral firmada por una tal Esperanza (guiando al pueblo), independientemente de que sea pura invención o una expresión individual del pensamiento alienado, es muy significativa para efectivamente identificar a PODEMOS con la vieja socialdemocracia histórica, como partido de la burguesía para canalizar al proletariado en el proyecto de la conciliación de clases. Una prueba para los que sepan ver, los significados de las palabras y las frases, que efectivamente son discípulos de Lenin, de Stalin, Trotsky… discípulos nietos de los maestros de estos últimos Kautsky, Otto Von Bismark o Federico I de Prusia. La cartita en cuestión nos ofrece varios elementos que corresponden a algunos de los lugares comunes de la socialdemocracia.
Para empezar Esperanza es una ingeniera, exaltación del desarrollo de las fuerzas productivas, es una bióloga molecular. “¿Existe una ingeniería más sublime que la de retorcerle el cuello a la naturaleza para exprimirla como un limón?”. Aparte de que la ingeniería biológica está muy de moda entre el establishment de la burguesía con tendencias calvinistas.
Exaltación reiterativa del desarrollo de las fuerzas productivas y de la reinversión de los beneficios. No disfrutar de la gestión del capitalismo como los liberal-casposos, ser unos instrumentos del capitalismo cual creyentes banqueros protestantes, que en el éxito de su gestión ven la confirmación de la salvación eterna y no imaginan mayor placer.
Apego religioso a la ley y el orden en la sociedad de clases. Al exaltar igualmente el trabajo asalariado como el dignificador, cohesionador y sublime esencia de la sociedad. Sin duda lo es, se trata de la esencia de la que extrae su poder y riqueza la burguesía, del trabajo ajeno. Para ellos [los de Podemos] es la fuente de toda riqueza, no ya material sino moral. Por ello fusilarían a Marx sin dudarlo mil veces, si Marx reiterara mil veces que “el trabajo es la fuente de toda miseria”, de toda desdicha para el proletariado. Lo que pretenden como todos los conciliadores del proletariado con el capitalismo, desde Lenin hasta Federica Montseny es hacer que el proletariado defienda sus cadenas, adore el suplicio de sus vidas. Al igual que el resto de burgueses inculcan a las gentes sencillas sentimientos irracionales para con algo amorfo e irreal como es la patria. Utilizando métodos de manipulación emocional infantiloides.
Por último, hacen suya la bandera del entrismo, de la adulación más descarada a la burguesía. Reivindicando la estafa de 1982, una forma de adular a los viejos burgueses casposos a la par que joviales que desde el 82 construyeron sus redes clientelares mafiosas con los fondos europeos de cohesión.
Intentando no entrar demasiado en el reconocimiento expreso, de que ellos son mucho más tristes que toda aquella pandilla de pijos católicos travestidos de quinquis (en el 1982). Hasta la estética y la antología es tristísima. “Hemos hecho todo lo que nos han dicho que hiciéramos”… solo les falta decir… “somos buenos chicos, los empollones, los pelotas de la clase… y aun así no fue suficiente para entrar en el Olimpo de la meritocracia burguesa”.
Así que como buenas caricaturas de la burguesía jacobina solo aspiran a enviar a la jubilación dorada a los viejos casposos, antes de que las cosas se pongan feas de verdad. Su descarnado público y notorio realismo no les hace ser realistas, para poder aparentemente traicionar los propios principios primero hay que aparentar tenerlos.
Su Capital