El 2 de marzo de1974, a las 9 horas y 40 minutos, Salvador Puig Antich es agarrotado en el patio de la cárcel Modelo de Barcelona. Tenía 24 años. El nombre de Puig Antich va ligado al M.I.L. y a la lucha armada, pero, ¿quién era Puig Antich?, ¿qué era el MIL?.
Movimiento Ibérico de Liberación
El Movimiento Ibérico de Liberación-Grupos Autónomos de Combate (MIL-GAC) fue un grupo con una propuesta diferenciada de la oposición antifranquista, con fuertes raíces teóricas en corrientes revolucionarias de matriz marxista antileninista y que se consideraba a sí mismo como un grupo de apoyo al movimiento obrero del momento. Sus orígenes están ligados con la aparición, en la Barcelona de finales de los años 60, de un movimiento obrero que está rompiendo con las organizaciones de la izquierda e iniciando una marcha hacia la configuración de una autonomía obrera, mediante una tendencia surgida en las Comisiones Obreras que se llamaba Plataformas de CC.OO.
El MIL se forma «oficialmente» en enero de 1971, básicamente a instancias de Oriol Solé Sugranyes. Este revolucionario, ex-militante del PSUC (el PCE oficial) y después del PCE(i) (Stalinista), rompe con el stalinismo y evoluciona hacia la autonomía obrera al contactar con Plataformas. Exiliado en Toulouse, consigue unir dos núcleos de personas en torno a un proyecto consistente en la creación de grupos de acción que apoyen las luchas de la clase obrera: por un lado, jóvenes tolosanos provenientes de medios libertarios y dispuestos a pasar a la acción, y por el otro, en Barcelona, otros jóvenes provenientes de un grupo marxista heterodoxo, Acción Comunista.
Este segundo núcleo está formado por su hermano Ignasi Solé Sugranyes y Santi Soler Amigó, que ven el inicio de un nuevo movimiento obrero en las Plataformas de CC.OO. y en su posterior debate en pro de la constitución de la «Organización de Clase», una organización unitaria que superase el encuadramiento tradicional de partidos y sindicatos.
Este nuevo grupo no pretende ser la vanguardia de la revolución ni el germen de ningún partido, piensan que la clase misma es la que se tiene que auto-organizar, sin tener que esperar a nadie que se lo diga desde fuera. Ésta nueva concepción enlaza directamente con las vías marxistas revolucionarias que desde los años 20 se habían opuesto a la III Internacional y que se transformarían en las corrientes consejistas; a ella se añadirá también la influencia del bordiguismo y del situacionismo.
El MIL y el movimiento obrero
La intervención del MIL para «apoyar» las luchas del movimiento obrero se hará básicamente con dos proyectos paralelos.
El primer proyecto es la «agitación armada» (en contraposición a la «lucha armada») que tiene un triple sentido: 1) luchar contra la represión 2) autofinanciarse y financiar las luchas de la clase y 3) mostrar al movimiento obrero el nivel de violencia que se puede ejercer contra el estado burgués.
El segundo proyecto es la difusión masiva de material teórico anticapitalista en el proyecto llamado «biblioteca socialista» y que tomará cuerpo finalmente con la creación de unas ediciones más adelante, en 1973, llamadas «Ediciones Mayo 37», reivindicando la última insurrección proletaria que cierra el ciclo revolucionario de 1917 a 1937. También crearon la revista CIA (Conspiración Internacional Anarquista). Sus textos tenían por objeto la recuperación de escritos olvidados del marxismo y del anarquismo. Habían autores muy diversos, por ejemplo: Camilo Berneri, Anton Pannekoek, Etienne Balazs, Amadeo Bordiga y Ante Ciliga. Y no lejos de esos escritos estaban los nuevos análisis de la Internacional Situacionista. El MIL-GAC no pudo disponer de un aparato editorial serio hasta muy poco antes de su caída.
El MIL era consciente de que estos dos proyectos tenían que estar unidos al movimiento obrero autónomo, por lo que hacía falta establecer fuertes lazos con las Plataformas. Se realizó entonces un serio estudio teórico-político que fundamentase la crítica al leninismo e hiciera difusión del marxismo heterodoxo, titulado «Revolución hasta el fin», que fue el texto teórico más importante del MIL y que se escribió porque tenía que servir para clarificar posiciones y ayudar en el debate político con los miembros de Plataformas. Finalmente, se consiguió una participación real de trabajadores en el proyecto de biblioteca y en su distribución, que harán circular miles de ejemplares de estos folletos.
1972: pasar a la acción
Hacia la segunda mitad de 1972, el MIL decide pasar seriamente a la acción. A pesar de que Oriol Solé está en estos momentos en la cárcel en Francia, el grupo crece (entra en esta época, entre otros, Puig Antich) y las acciones armadas –básicamente atracos a bancos y también «recuperaciones de material» (material de impresión, documentación…)- se disparan, posibilitando el fortalecimiento de la infraestructura, además de contactos con otros grupos en diversos lugares y el cercano paso al establecimiento de las ediciones, una vez robada una imprenta en Toulouse.
Pero las contradicciones y tensiones que se acumularon a lo largo de este período de más intensa acción armada llevaron a una crisis entre los integrantes de los dos proyectos durante la primavera de 1973. Esta crisis comportó también la expulsión del grupo de Ignasi Solé, a la vez que el papel de Puig Antich creció al conseguir salvar la unidad del grupo. La crisis se arrastró hasta el verano, momento en el que se decidió hacer un congreso y de común acuerdo autodisolver el MIL para facilitar las actuaciones separadas de la agitación armada y de las ediciones.
MIL: no anarquista
El MIL, que parte en sus orígenes de la crítica al «grupusculismo», el rechazo del vanguardismo y el descubrimiento del consejismo, llega en 1973 al rechazo a toda organización estructurada, hecho que ayuda a comprender el por qué de la autodisolución. Contrariamente a lo que se ha publicado muchas veces, el MIL como grupo estrictamente anarquista nunca existió. Basta ver como acaban la proclama elaborada en octubre de 1973 en la cárcel Modelo de Barcelona por varios ex miembros del MIL: «¡Ni mártires, ni juicios, ni cárceles, ni salarios! ¡Viva el comunismo!». Su perfil ideológico se situaba entre el comunismo no estatalista y el neolibertarismo, asumiendo los consejos obreros como contrapoder al capitalismo y como embrión de la nueva sociedad revolucionaria.
MIL: no «antifranquista»
El MIL nunca fue «antifranquista». Su objetivo no fue derribar al franquismo y conseguir un régimen democrático, sino luchar directamente contra el estado burgués, contra el capital, por la independencia de clase que, mediante la auto-organización, acabara con el trabajo asalariado y la división de la sociedad en clases: en definitiva, ni más ni menos que la auto-emancipación del proletariado. Las tareas por las que lucharon siguen inconclusas.
1973: autodisolución
El MIL sé autodisolvió en agosto de 1973. Tras ello se encadenaron las detenciones. El 25 de septiembre son detenidos Salvador Puig Antich, que es herido, y Xavier Garriga. En el tiroteo murió el policía Francisco Aguas, con 5 disparos en el cuerpo (la pistola de Puig Antich había hecho 2 disparos).
Los días 7 y 8 de enero 1974 se celebra el consejo de guerra donde se condena a Puig Antich a pena de muerte. En El Pardo, el Consejo de Ministros del primero de marzo confirma la pena.
El 2 de marzo es ejecutado. Minutos antes también es agarrotado el que entonces las autoridades franquistas dijeron que se llamaba Heinz Chez y que era polaco y huérfano. Ahora sabemos que ya seis meses antes la Interpol había informado a la policía franquista que su verdadera identidad era la de Georg Michael Welzel, alemán, de treinta años, con madre, hermanos, mujer y tres hijos.
Desde hacía 10 años, a raíz de los asesinatos legales, de los anarquistas de Defensa Interior, Delgado y Granado, no se había utilizado el sistema del garrote vil.
El mismo 2 de marzo, Franco conmuta la pena de muerte al guardia civil Antonio Franco Martín, que en octubre de 1973 había matado con su arma reglamentaria al capitán del mismo cuerpo Francisco Monfredi Cano.
Oriol Solé Sugranyes, fue detenido el 15 de septiembre de 1973 tras un atraco frustrado en Bellver de Cerdanya, junto a Josep Lluís Pons y a Jordi Solé Sugranyes, que pudo escapar a Francia. Oriol fue condenado a 48 años de cárcel en 1974. Fue muerto por la Guardia Civil el día 6 de abril de 1976 en montes navarros cerca de la frontera, tras participar en la «fuga de Segovia» de 5 de abril de 1976″, preparada por ETA (p-m) junto a 28 presos más de la cárcel segoviana.
En 1977 fueron amnistiados los presos del MIL que cumplían pena en las cárceles españolas. No obstante, Jean Marc Rouillan, activista del MIL y Acción Directa (Francia) sigue encarcelado en Francia, en ARLES.
Bibliografía, otras informaciones y curiosidades
Sergi Rosés Cordobilla, El MIL: una historia política. Alikornio. Barcelona, 2002.
Pedidos a: Alikornio ediciones (e.mail: alikornio@eresmas.net – web en: www.alikornio.com)
Telesforo Tajuelo, El MIL, Puig Antich y los GARI. Ediciones Ruedo Ibérico, 1977
Carlota Tolosa, La torna de la torna: Salvador Puig Antich i el MIL. Empúries. Barcelona, 1999
Antonio Téllez Solá, El MIL y Puig Antich. Ed. Virus. Barcelona, 1994
Francesc Escribano, Cuenta atrás. La historia de Salvador Puig Antich. Eds. Península, 2001. En este libro se basará la película dirigida por Manuel Huerga, que se empezará a rodar en noviembre próximo sobre la vida de Puig Antich. Lluís Llach, que ya le dedicó su tema «I si canto trist» hace años, hará la banda sonora.
Joan Miró entre los años 1966 y 1971 se dedica especialmente a la práctica escultórica, mientras que su pintura sufre una constante evolución que llega a una depuración extrema de color y forma, tras la realización del tríptico «La esperanza del condenado a muerte», en 1974, en la que mediante una línea inconclusa expresa el drama de un joven catalán condenado a la última pena, Salvador Puig Antich.
A raíz de las ejecuciones franquistas, Els Joglars montaron en 1977 la obra teatral « La Torna », sobre las ejecuciones de Salvador Puig Antich y «Heinz Chez» . A causa de este proyecto, la compañía catalana tuvo que padecer la represión franquista y fue objeto de un consejo de guerra.
Las cuatro hermanas de Salvador Puig Antich han solicitado al Tribunal Supremo que autorice una revisión del caso. El «Grupo pro revisión del proceso Granado y Delgado» (Apdo. Correos 48094 28080 Madrid) ha dado traslado recientemente al Presidente del Tribunal Constitucional de la carta de las familias de Francisco Delgado, Joaquín Delgado, Joan Peiró y Salvador Puig Antich, pidiendo el reconocimiento moral a cuantos sufrieron la represión por luchar contra un régimen que negaba las libertades.
Aparecido en Contramarcha Nº 23
Mayo 2004