Proponemos un nuevo acto del 1° de mayo para encontrarnos y compartir
una jornada de agitación y reflexión. Habrá oradores, recitados, música
en vivo y feria de materiales.
Miércoles de 17:00 a 20:00 hs.
Plaza Sarmiento (Entre Ríos y San Luis – Rosario)
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¿Cuándo fue que nos olvidamos que hay dos clases sociales con intereses
antagónicos? ¿Cuándo fue que pensamos que el rumbo de un país lo define
una persona o un grupo de personas? ¿Cuándo fue que comenzamos a
preferir un gobernante a otro? ¿Cuándo fue que pensamos que hay
sucesiones de gobiernos, pero no la continuidad del Estado?
Como ya sabemos «la injusticia no es anónima, tiene nombre y dirección»
pero no basta con señalar a los responsables sin señalar su rol social.
Cuando responsabilizamos al Estado y a todos sus funcionarios por sus
actos más atroces, los mencionamos con nombre y apellido para no
olvidarnos que esos grises agentes del Capital son seres humanos de
carne y hueso. Despersonalizar la historia es renunciar a actuar. No
detestar a quienes nos gobiernan y explotan lleva al peor de los
conformismos. Pero, una cosa es comprender esto y otra muy distinta es
el pedido de renuncia o de justicia para luego, con cualquier
“argumento”, cambiar al gobernante de turno dejando intacto su rol en la
maquinaria.
En estas épocas de votaciones tenemos que ver más allá del restringido
panorama electoral que nos reduce a simples votantes, consumidores,
trabajadores y nada más, tenemos que ver mas allá del horizonte
capitalista. No es de extrañar que las representaciones se confundan con
lo representado, que los intereses de los gobernantes se confunden con
los de los gobernados, los de los explotadores con los de los
explotados. Y defendiendo a nuestros representantes nos olvidamos de
defendernos a nosotros mismos.