(Extraído de El Radical Libre)
Hermanos y Hermanas:
Hemos podido ver cómo han salido a defender el mar y la tierra que los acompaña en su diario vivir, sabemos que ustedes tienen una conexión mucho más profunda con su ambiente que nosotros que vivimos en la urbe, y por eso miramos con admiración cómo han conseguido una organización total de sus comunidades, paralizando por completo la isla, plantando cara a las fuerzas represoras que pretenden volver a instaurar el orden del capitalismo.
Quisiéramos poder estar allá y acompañarlos en su lucha, en los cortes de ruta, en las ollas comunes, pero sabemos que el combate contra el capitalismo debe darse de manera global. Es por esto que quisiéramos contarles nuestra experiencia con respecto a nuestras luchas en la ciudad y, al mismo tiempo, exponer nuestras ideas con respecto a su lucha. Porque sabemos que en cada movimiento que se rebela contra el poder, está el germen de una lucha mundial por recuperar una comunidad auténtica fuera de la competencia y la valorización mercantil.
Nuestra experiencia nos empuja primero que todo a comunicar, porque creemos que si de algo han adolecido nuestras revueltas y movimientos pasados ha sido de comunicación, de conseguir instaurar una línea comunicativa entre proletarixs que sea capaz de relacionarse estratégicamente, para así de una vez por todas librarnos del yugo capitalista y burgués. Sabemos que nosotros, los proletarios del mundo, podemos levantar un mundo nuevo, lejos de la arrogancia de políticos profesionales y autoridades que solo administran el poder que les damos para vivir sus lujosas vidas. Por eso, consideramos vital compañeros y compañeras, que no le den espacio a los políticos profesionales dentro de sus comunidades, mantengan la horizontalidad y la auto organización como pilar y principio fundamental de su movimiento, esa siempre será una ventaja ante el poder, que los quiere sumisos y jerárquicamente ordenados para así cooptar su movimiento. Quizá la única premisa que podríamos entregarles es la de tener siempre en el centro de sus actividades la tarea de RETOMAR EL CONTROL DE NUESTRAS VIDAS. De lo contrario, la dispersión, la negociación mediada por burocracias, la canalización política del rechazo general al capitalismo, será la forma que encontrará el Estado para frenar las rupturas reales del conflicto.
Por otra parte, quisiéramos ser sinceros, sabemos que muchos de ustedes quisieran volver a la «normalidad» capitalista en unos días, quizá semanas… pero a la vez sabemos que un conflicto social expresado en demandas, evidencia también un cúmulo de contradicciones que se encontraban contenidas en el funcionamiento normal del sistema, por eso quisiéramos recalcar que estas circunstancias terribles que les ha tocado vivir, no son meras casualidades o irresponsabilidades del capitalismo, son la consecuencia lógica de un sistema voraz que precisa de la devastación para su existencia, la cual no se podrá contener ni reformar con políticas ambientales, puesto que yace en su raíz la dinámica de valorización, que convierte todo lo vivo en mercancía , inherente al capitalismo y a su clase despótica, la burguesía. Vivimos este proceso en carne propia en las revueltas estudiantiles del año 2001, 2006 y 2011, en las revueltas ambientales por Hidroaysén, o en cualquier otra instancia en donde se haya respondido ante la proliferación de la catástrofe del sistema, por lo que sabemos que este es solo otro capítulo de la explotación capitalista y que las reformas políticas son mero maquillaje.
Es fundamental que nosotros, los proletarios del mundo, nos unamos no bajo siglas, ni dirigentes, sino bajo principios éticos de acción que ustedes han sabido demostrar en la acción: solidaridad, auto organización, acción directa y horizontalidad. No necesitamos partidos políticos, ni ideologías salvadoras que nos digan qué hacer, no tenemos recetas mágicas. Es urgente reivindicar la consigna de nuestros hermanxs proletarios en Argentina, y decir «¡Qué se vayan todxs!», y es aún más urgente destruir las condiciones de las que provienen para que no vuelvan más. Así mismo, es indispensable reapropiarnos del programa revolucionario de nuestra clase, nuestras formas históricas e inmediatas de lucha. Programa que es una práctica histórica de clase y no una plataforma acordada en un congreso. Las posiciones revolucionarias del proletariado –el internacionalismo, la crítica del Estado y el Capital, el trabajo, el dinero, etc.– son claves en la extensión de la revuelta y el potenciamiento de las rupturas con el orden dominante. Es así que como clase vamos entrando con más fuerza en el terreno del antagonismo radical, como vamos clarificando los objetivos de nuestras acciones y podremos dar un salto cualitativo en nuestras vidas.
Para terminar, es importante saber ante qué estamos dando la batalla, y sobre todo el para qué, puesto que el capitalismo tiene muchas formas de camuflaje, ante esto, solo cabe recordarnos que la emancipación real de los trabajadores será obra de ellos mismos o no será. La necesidad de una vida emancipada de todo lo que nos oprime y destruye, está sujeta sólo a nuestras posibilidades autónomas de clase.
Hermanos; que su potencia negadora sea la yesca que prenda la hoguera de los proletarios en todo el territorio, que la lucha contra el Estado y el Capital se expanda como la peste. Nada ha terminado, todo está por empezar.
¡Vivan los proletarixs insumisxs de Chiloé!
¡Que en todas partes se alcen las comunidades en
guerra contra el Estado y el Capital!
Algunxs proletarixs por la comunización.