Sobre Marxismo y Anarquismo (Nucleo de IRA, 2002)

Extraído de Hommodolars.org

(La vieja y siempre presente discusión entre “marxismo” y “anarquismo” fue abordada en una reunión de IRA allá por el 2002. Esto corresponde brevemente a sus puntos principales).

En general, para los miembros de IRA, el balance histórico e ideológico del “anarquismo” es bastante negativo. Esto obedece, entre otras razones, a la excesiva ambigüedad y escasa contundencia teórica del pensamiento anarquista; a que es casi imposible determinar qué es exactamente lo que cabe dentro de la gran familia anarquista (desde posmodernos negadores de la lucha de clases, a obtusos empecinados en propagandear unas pocas verdades eternas que se empeñan en no historizar, a entusiastas del sindicalismo y boy scouts del activismo rojinegro…); y al rol conciliador y miope jugado por el anarquismo organizado en su mayor prueba: la revolución española (particularmente la FAI-CNT).

A su vez, también somos rigurosos a la hora de juzgar al “marxismo”. En este caso, partimos por cuestionar y/o relativizar la validez histórica del “marxismo” entendido como doctrina, como “ismo”, y suscribimos la visión debordiana en cuanto a que el “marxismo” es un producto de la Segunda Internacional, que ya en ese momento significa una reducción de la obra de Marx a sus aspectos más mecanicistas, deterministas y economicistas, que pierde el punto de vista de la totalidad y olvida el carácter siempre provisorio de la teoría revolucionaria. La miseria del leninismo en todas sus variantes parte de allí (cuestión que hemos analizado en detalle al traducir y discutir el texto del colectivo Aufheben sobre la “teoría de la decadencia”, y que también es expuesta de forma muy satisfactoria en textos como “Pasado, presente y futuro del marxismo” de Paul Mattick, y “Lecturas de Marx en el siglo XXI” de Robert Kurz). Por lo demás, uno de los mejores abordajes teóricos e históricos de esta cuestión lo sigue siendo el capítulo “El proletariado como sujeto y como representación”, de La sociedad del Espectáculo).

En conclusión, entendemos a ambas denominaciones como ideologías -en el sentido marxiano, negativo, de falsa conciencia-, y no es casual que tendamos a escribirlas entre comillas.

Pese a todo lo ya expuesto, comprobamos y asumimos que individual y colectivamente tendemos a identificarnos más con el campo marxista que con el anarquista, y tratamos de explicarnos por qué.

La razón más sencilla y reiterada es que a la hora de tener que definirse de alguna manera que resulte comprensible en el entorno en que nos movemos recurrimos a la etiqueta de “marxismo libertario” (no siempre se tiene el tiempo de explicar por qué la denominación de “comunistas” a secas es la más apropiada desde todo punto de vista). En efecto, asumirse como “marxista autónomo” o “marxista libertario” garantiza una sana distancia tanto en relación a la noción de “stalinista” que la gente asocia con el comunismo, como respecto a la idea de “anarquista” que se asocia con el anarquismo ideológico organizado. Pero sabemos que se trata de categorías más que cuestionables y que remiten a otras discusiones y referentes con que no nos sentimos nada identificados (el libertarianismo, o el autonomismo postestructuralista).

También asumimos que en ciertos miembros de IRA existe una hostilidad no disimulada hacia el “anarquismo”, que además de las razones más generales ya mencionadas obedece a la mala experiencia con grupos y militantes anarquistas con que nos hemos topado. Esta mala experiencia dice relación con la actitud aparatista, autoritaria y “maquinera” de grupos como el CUAC, al hecho de que muchos militantes anarquistas asumen una actitud ignorante y sectaria hacia cualquier cosa que se relacione con Marx, a la tendencia de algunos sectores a incorporar acríticamente a su arsenal cualquier contrabando ideológico posmoderno, e incluso a desfachateces tales como“reinterpretar” el legado situacionista haciéndolo pasar por una forma de anarquismo.

El tema que se nos plantea es si esta aversión es correcta o no.

Por una parte, entendemos que aún falta mucho tiempo para que podamos volver a plantearnos públicamente como “comunistas” sin necesidad de dar tantas explicaciones, y que en el intertanto, para la mayor parte de la gente (que todavía asocia al comunismo con la ex-URSS y los partidos estalinistas) nuestras posiciones y acciones parecen “anarquistas” en el sentido amplio y difuso con que se suele entender el término (como sinónimo de radicalidad y antiautoritarismo). Por otra, una actitud que se preocupe demasiado de diferenciarse del “anarquismo” nos hace olvidar que en la práctica tenemos muchos puntos en común con mucha gente que hoy en día se considera anarquista, gente con que hemos conversado, organizado acciones, y en definitiva entablado relaciones humanas desalienadas. Gente que para nosotros es parte del proyecto comunista, y muy probablemente ellos deben vernos como un tipo de anarquistas…

En el fondo, creemos que la mejor actitud es la de despreocuparse del tema de las etiquetas y no darle mayor importancia de la que tienen. Esto no implica para nada derivar en intentos “unitarios” bastante deplorables que a veces se han producido, y que tienden a funcionar en base a la renuncia a seguir discutiendo la historia del movimiento obrero y sus tendencias, a cerrar debates que siguen siendo absolutamente necesarios (como el del tema del poder, de la representación, etc.), o a un eclecticismo cómodo que implica seguir operando desde la ideología y el espectáculo de la seudosuperación del espectáculo.

Se acordó dedicar a este tema una publicación o seminario que habrá que programar en su momento. Para esos efectos sirve bastante el dossier de Sociedad Dada sobre Mayo del 37, que es necesario seguir difundiendo.

Saludos comunistas.  XX

Ver tambien:

Esbozo de la síntesis revolucionaria del futuro (Más allá de la dicotomía marxismo/anarquismo)

Marxismo y Teoria Revolucionaria

Para una crítica a ciertas ideologías anarquistas desde una perspectiva “llamelecomoustedquiera”

Fragmentos Para Una Crítica Al Marxismo Como Ideología. (Parte I)

(Libro) Revolución hasta el fin

Tres notas a propósito de la “comunización” y su importancia para la Teoría Comunista

 

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