VOLANTE REPARTIDO EN UNA CONCENTRACIÓN FRENTE A GENDARMERÍA EN ROSARIO:
Santiago lleva dos semanas desaparecido por la Gendarmería Nacional. La última vez que lo vieron, huía de las balas que los gendarmes disparaban durante una irrupción violenta y sin orden judicial en la comunidad mapuche de Cushamen, Chubut.
Santiago está desaparecido por luchar. Frente a una nueva avanzada del Estado, que busca aislar y reprimir a la comunidad mapuche, él decidió ir contra la corriente para solidarizarse.
Santiago y la comunidad mapuche no están solos. Las movilizaciones por su aparición con vida recorren las calles de Argentina. Incluso fueron reprimidas en distintas localidades, y la Biblioteca del Río, en el
Bolsón, donde Santiago estaba viviendo, fue violentamente allanada.
El gobierno y los medios tratan de construir un relato que quite la responsabilidad de gendarmería en la desaparición y desacredite la lucha mapuche. La oposición política, en un año electoral, quiere usar la figura del desaparecido para juntar votos.
La comunidad mapuche continúa siendo reprimida y su referente Facundo Jones Huala, preso. Ilegalmente, detenido por una causa por la que ya fue juzgado y liberado el año pasado, tras cuatro meses de cárcel. Facundo inició el martes 1ro de agosto una huelga de hambre como última opción frente a semejantes abusos por parte del Estado.
Gendarmería Nacional sistemáticamente espía y reprime las luchas sociales. La lucha mapuche y quienes se solidarizan con ella son tratados como terroristas, cuando el único terrorista es el Estado.
¡A Santiago lo llevó gendarmería!
Contra la represión: ¡solidaridad y lucha!