Derrotismo revolucionario – Agustín Guillamón

Tras la invención y magnificación de la amenaza terrorista islámica o antisistema se esconde la elaboración de una ofensiva política y militar contra todas las libertades y derechos democráticos de los países occidentales. A medio plazo recortes sociales y libertades son incompatibles. Las distintas leyes mordaza o antiterroristas son el inicio del camino hacia un autoritarismo político sin límites, que desemboca en dictaduras más o menos camufladas.

Derrotismo revolucionario

Ayer

El derrotismo es una táctica política que tiene por objetivo propagar el desaliento en el propio país mediante noticias o ideas pesimistas acerca del resultado de una guerra o de cualquier otra empresa.

Derrotismo revolucionario es el impulsado por algunas minorías en un país en guerra contra el propio gobierno, con el objetivo de favorecer al movimiento revolucionario. Se opone frontalmente a la unión sagrada, esto es, a la unidad nacional de todas las clases con el propósito único de obtener la victoria nacional sobre el enemigo. El derrotismo revolucionario rompe con esa unión sagrada entre clases y lucha contra su propia burguesía con el objetivo de conseguir la derrota de su propia nación. No hay más horizonte que el internacionalismo, la paz y la revolución social.

Aunque ya había sido utilizado esporádicamente durante la guerra franco-prusiana de 1870, el término se popularizó durante la Primera Guerra Mundial, como propuesta de los revolucionarios de luchar contra el propio gobierno en nombre del internacionalismo proletario, con el fin de alcanzar una salida revolucionaria capaz de acabar con la guerra. Obtuvo cierto éxito en Rusia, Alemania, Italia. Hungría, Rumania… y en el verano de 1917 amenazó seriamente al ejército francés, con amotinamientos de regimientos enteros y deserciones en masa. Sigue leyendo

Califato & barbarie… ¿La lucha final? (texto completo)

Como hacemos regularmente con textos de los cuales no necesariamente reivindicamos la totalidad de los contenidos, ni obligatoriamente la dinámica militante o el cuerpo programático de sus autores (ya sean colectivos o individuos), reproducimos en nuestro blog el nuevo artículo de Tristán Leoni sobre el Estado islámico y el conflicto sirio-iraquí.

Creemos que este artículo, a pesar de su forma un tanto “académica” y su estilo “objetivista” (con múltiples referencias periodísticas que se supone le dan un barniz de “seriedad”), compila y sintetiza toda una serie de información y lecturas importantes, y también es de gran relevancia para muchas discusiones militantes a nivel internacional sobre las evoluciones de estos últimos años del frente político-militar de la “guerra civil en Siria” y la muy mediática “guerra contra el terror” y “contra el Estado Islámico” en particular. (TRIDNIVALKA)

DESCARGA: Texto completo en PDF

Publicado en: https://www.autistici.org/tridnivalka/

Fuente en francés: https://ddt21.noblogs.org/

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Poco a poco, voy haciendo una lista del alfabeto de ruinas…
Todo esto significa algo.
No puede carecer de sentido.
La guerra no habla.

David B., La lectura de las ruinas, 2001

¿Podemos leer las ruinas tal como las líneas de la mano? La capital política del Estado Islámico (EI) cayó el 17 de octubre de 2017, epílogo anunciado de una batalla que comenzó cuatro meses antes. Sin embargo, por una buena razón, no vimos a multitudes alegres en las calles para dar la bienvenida a los liberadores. Durante este período, la población pasó de 300 mil habitantes (incluyendo un tercio de refugiados) a casi cero. En el campo del “Bien” siendo precisos, según se informa, sólo entre uno y dos mil civiles han muerto bajo los bombardeos; los demás han huido de los combates y ahora intentan sobrevivir en las carreteras o en los campos de refugiados.

La captura de Raqqa fue altamente simbólica ya que la ciudad, en manos del EI desde junio de 2013, había sido su capital política (aunque su administración se hubiera transferido varios meses antes a Mayadine, 175 km aguas abajo del Éufrates). Un mes más tarde, en Abu Kamal, una batalla de importancia estratégica (a la que volveremos después) marcó verdaderamente el final del Califato como entidad territorial proto-estatal.

El colapso del EI parece cerrar un paréntesis, el de la confrontación entre el mal y el resto del mundo; a partir de ahora, la actualidad siria será parecida a la del conflicto inicial, esa guerra civil que terminó y siguió a la contestación social de 2011.[1] A pesar de los años de un proceso de libanización en el que se enfrentaron cientos de milicias y grupos armados más o menos apoyados por potencias extranjeras, el conflicto está llegando a su fin.

Los proletarios no tenían otras opciones que quitarse del camino, emigrar o elegir algún campo (entre ellas la profesión de soldado, la única en tensión en la región, con la ventaja de proporcionar un salario y comida). Ahora, sin embargo, con la “normalización” acercándose, se está preparando una explotación más racional y clásica de toda esa mano de obra docilizada por las lluvias de bombas y ruinas.

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